Los meses de julio y agosto son escogidos por la inmensa mayoría de los avileños para disfrutar de sus vacaciones. Pero el verano cubano no es solo un tiempo de descanso para el cuerpo y la mente.

En esta etapa el concepto de entretenimiento se combina con otras opciones que lo hacen trascender y convertirse en una definición necesaria para el hombre como ser racional.

Ciego de Ávila posee varios polos recreativos de gran tradición entre las que se destacan las instalaciones del campismo popular. De sus ofertas disfrutan lugareños y pobladores de territorios vecinos.

Mientras que algunos avileños prefieren las delicias de un día en la playa, otros aceptan opciones, que a la par de entretenerlos, mejoran su cultura y favorecen las relaciones sociales.

En esta central provincia cubana, la variedad de iniciativas de recreación, es el resultado de una estrategia gubernamental bien pensada, que cuenta con una sólida preparación, más el interés de los trabajadores que participan en ella, cuyo objetivo principal es favorecer la necesaria distracción de sus coterráneos.

Durante los meses de julio y agosto el pueblo avileño disfrutará de cursos y actividades promovidas por los Joven Club de Computación y Electrónica, actividades culturales o deportivas programadas por las direcciones municipales de cultura y deporte, de las playas y de las ferias agropecuarias.

Claro está, Ciego de Ávila no es el único territorio, que vive un intenso y sano verano con amor. A lo largo y ancho de Cuba se repite esta idea con propuestas y características diferentes, pero dirigidas, todas, a hacernos más humanos, cultos y felices.