Cuidar el único tesoro valedero del ser humano: su salud, debe ser el
máximo empeño de cada persona y en buena medida muchas afecciones
se pueden prevenir si se atienden las orientaciones del personal médico.
En la actualidad las enfermedades respiratorias son de gran
preocupación, porque a partir del surgimiento del temido COVID-19, se
disparan las alarmas ante cualquier indicio de gripe.
Ese virus continúa circulando en Cuba y muchos otros países, pero en la
isla los efectos de las vacunas han minimizado los casos y aunque se
sigue aplicando los refuerzos a la población, a diario se localizan algunos
contaminados, quienes a su vez son fuente de contagio.
Las autoridades de Salud siguen orientando el uso de la máscara facial en
lugares de concentración pública y el cuidado de la higiene de las manos,
además del alejamiento ante personas que tengas síntomas de gripe.
Además, en esta época del año en que comienzan las lluvias tras un
extenso periodo de sequía, surgen brotes de diarreas por la
contaminación de las aguas.
Entonces la recomendación es hervir el agua de tomar y cuidar la
ingestión de comidas, tanto las elaboradas en el hogar como las de
restaurantes y cafeterías.
Y es el dengue una dolencia peligrosa, exacerbada por estos meses,
cuando llueve con mucha frecuencia y se reproduce más su agente
trasmisor, el mosquito Aedes aegyptis, el cual requiere combatirlo con la
higienización de sus criaderos.
Tanto las enfermedades respiratorias como las diarreicas agudas y el
dengue pueden evitarse y es el control de cada persona de los factores de
riesgo, lo que determina evadirlas y preservar su salud.