El arribo este 4 de enero a los 40 años del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, es momento oportuno para valorar resultados y trazarse objetivos concretos que favorezcan este modelo de atención primaria de salud.
Al respecto, el doctor Juan Carlos Lazo Bernabé, jefe de un Grupo Básico de Trabajo GBT y quien prácticamente se ha convertido en investigador del tema, precisa:
“Los actuales directivos de salud tenemos la obligación de salvaguardar la memoria histórica de nuestros consultorios del médico y enfermera de la familia, es justo por esta fecha rendir homenaje a todos aquellos profesionales que se han mantenido durante cuatro décadas en estas funciones.
Estas instalaciones están diseñadas para solucionar el 70 % de las problemáticas que genere el entorno donde está enclavado y la primera experiencia de la idea del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz se tuvo en el policlínico de Lawton, en la capital del país. En el caso del municipio de Majagua esta experiencia se puso en práctica a partir de 1988, lo que representó un acontecimiento en cada localidad.
Como parte del recién iniciado proceso investigativo se puede conocer que el primer consultorio del suroeste avileño es el localizado en la comunidad “La Fidelina”, luego le siguieron todos los existentes en zonas rurales y aunque se contaba con un año para ejecutar dichas construcciones, el tiempo consumido fue inferior.
Además, el doctor Lazo Bernabé, quien está invitado al acto provincial por los 40 años de creado el sensible programa con sede en Primero de Enero, trabaja en la recopilación de fotos y otros documentos de interés histórico; mientras, en respuesta a la interrogante dirigida a conocer sobre su estancia en un consultorio durante tres años dijo:
“El trabajo en un CMF, es una tarea ardua que requiere de mucha vocación y amor a la profesión. En mi caso personal representó una experiencia inolvidable. El médico de familia está en una posición como ningún otro profesional, de lograr con su quehacer que no enferme la población a su cargo y es esa la esencia de la medicina familiar, promover salud y prevenir enfermedades. Los desafíos son muchos en tiempos de limitaciones, pero sin dudas es muy reconfortante la satisfacción de trabajar por un futuro mejor”.
