Para los orientales el de este martes en el estadio Nelson Fernández de esta ciudad es casi un desafío de vida o muerte, porque un derrota les obligaría a ganar en fila los cuatro últimos choques.
El director Carlos Martí depositó toda su confianza en el zurdo Ángel Sánchez para que se encargue de abrir el encuentro, pero no le temblará la mano para acudir a cualquiera de sus serpentineros disponibles por la importancia del partido.
Durante la fase regular, Sánchez cerró sin victorias y con una derrota, y en 36,2 entradas le batearon solamente .235, pero sus 18 boletos ante 17 ponches influyeron para que terminara con elevado Promedio de Carreras Limpias (PCL) de 4.17.
Su rival en la lomita será el diestro Raymond Figueredo, que tuvo balance de 2-2, le batearon para .286, con 14 pasaportes y 17 ponches, para un PCL de 3.33.
La tropa de Michael González, que no era favorita para nadie, juega cada vez con menos presión, y con dos victorias en los tres encuentros seguidos pactados desde hoy en su cuartel general terminaría como el inesperado campeón de una Liga en la cual estuvieron últimos casi todo el tiempo.
Sería entonces el representante cubano a la venidera Serie del Caribe, prevista del 2 al 10 de febrero en Venezuela, y una prueba más de que el béisbol es el más impredecible de los deportes.