Las trasparentes aguas del rio, las tonadas campesinas y hasta la rima criolla, lograron ponerse de acuerdo para entregar al poeta en el día de su cumpleaños todos esos encantos capaces de alimentar su espíritu creador.
Gilfredo Salvador Boan Pina, miembro de la Unión de escritores y artistas de Cuba, UNEAC y quien posee entre otros estímulos el Premio Nacional Memoria viva, de Cultura comunitaria, y de Hijo ilustre de la provincia de Ciego de Ávila arriba hoy a los 85 años de vida.
El creador del festival de parrandas campesinas Arbelio Armas Consuegra y guionista del bando azul, con la modestia que lo caracteriza sabía que no podía pasar por alto la fecha, y como lo hace desde cierto tiempo, la aparición de un nuevo hijo en octosílabo es el encargado de constatar el estado anímico del nuevo triunfo.
En esta ocasión con el título “A mis 17 lustros” hace navegar la poesía.
Al fin los ochenta y cinco/ justamente cumplo hoy/ y de los noventa estoy/ a la distancia de un brinco/ Yo sé bien que si me afinco/ al siglo llego también/ Y entonces, ya con los cien tomaré una decisión:/ O me bajo en la estación o sigo echando en el tren.
Tiene el colectivo de la casa de cultura La edad de oro de la localidad, el orgullo de organizar el encuentro al que se darán cita, familiares, amigos, compañeros testigos de su fructífera trayectoria laboral y por su puesto los admiradores de esa obra capaz de proporcionar la sonrisa e invitar a la reflexión.
Cada 23 de julio le ofrece a la tierra de los bandos azul y rojo la más hermosa posibilidad de agradecer a la vida la presencia de Gilfredo Salvador Boan Pina quien siempre encuentra un bejuco para enredar su verde canto a la vida acompañado por las transparentes aguas del rio y las tonadas campesinas junto a la rima criolla.