Un total de dos mil 618 delitos electorales y 515 arrestos, de los cuales 22 son de candidatos, registran hasta hoy organismos de seguridad en la primera vuelta de las elecciones municipales realizadas este domingo en Brasil.
Los datos aparecen en un boletín parcial que contiene información generada por el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, que aclara cómo fueron mil 57 notificaciones de boca de urna y 423 de compra de votos o corrupción electoral.
El balance cuenta con 309 casos de propaganda electoral irregular, 203 de violación o intento de infracción del secreto del voto y 64 de desobediencia a órdenes de la Justicia Electoral.
Más de 520 mil reales (un poco más de 96 mil dólares) fueron confiscados y hubo, además, el decomiso de 47 vehículos identificados como de uso para el transporte irregular de votantes, así como la incautación de 28 armas de fuego.
La información fue compilada por el Centro Integrado de Comando y Control Nacional, con sede en esta capital, que cuenta con la integración de órganos de seguridad bajo la coordinación de la cartera de Justicia.
Equipos integrantes son de las policías Federal y Federal de Caminos, y de la Fuerza Nacional de Seguridad Pública, además de otras autoridades.
Se espera que el balance final sea divulgado este lunes cuando termine el llenado de las estadísticas por todos los órganos estaduales.
Unos 156 millones de brasileños estaban habilitados para votar en el sufragio para elegir alcaldes, vicealcaldes y concejales de los cinco mil 569 municipios del país.
Tales comicios resultan cruciales porque permiten a los ciudadanos influir directamente en las políticas locales y en los problemas que afectan a sus comunidades como transporte, salud y educación.
Además, son vistos como un termómetro político para medir el apoyo a los partidos antes de la justa comicial presidencial, prevista para 2026.
El alcalde de Sao Paulo, Ricardo Nunes, apoyado por el exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), buscará el 27 de octubre la reelección en el balotaje contra el diputado Guilherme Boulos, candidato respaldado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Por su parte, el actual alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, fue reelegido para un cuarto periodo en el cargo, tras conseguir la mayoría absoluta de los votos.
Fácilmente Paes se impuso a su principal contendiente, Alexandre Ramagem, exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia durante el mandato de Bolsonaro.
La titular del Tribunal Superior Electoral, Carmen Lúcia Antunes, celebró el sosiego con que la sociedad acudió a votar y señaló, solo como preocupante, una abstención que, en promedio, llegó al 21,71 por ciento, pese a que el voto resulta obligatorio en el gigante sudamericano.