No sólo por los beneficios nutricionales que aporta, las autoridades de Salud hacen constantes llamados a hacer de la lactancia materna, una práctica indispensable en la primera época de vida.
Y es que se ha probado que la leche materna es fuente de alimento y nutrición insustituible por su contenido de vitaminas, minerales, carbohidratos, proteínas, grasas y todos los elementos necesarios para el pleno desarrollo de los bebés.
De ahí que los médicos recomienden que este sea el alimento exclusivo de los recién nacidos hasta los 6 meses de edad, y que hasta los 2 años se combine con comidas adecuadas.
Pero además, los sicólogos explican que cuando una madre amamanta a su hijo, establece una relación muy especial de afecto, apoyo, estabilidad y confianza con el pequeñín, beneficiosa en su desarrollo general.
Aunque se ve como algo muy natural, lactar es un acto supremo de defensa de los niños, pues la leche materna está llena de inmunoglobulinas que protegen contra la neumonía, la diarrea, las infecciones del oído y el asma, entre otras enfermedades, porque hace que el sistema inmunológico se les desarrolle plenamente.
Médicos, sicólogos y nutriólogos insisten en que las madres tienen que ejercer la lactancia materna, que es amor convertido en alimento.