Científicos cubanos descartan por el momento peligros para el país debido a la emisión de dióxido de azufre provocada por la erupción del volcán hawaiano Mauna Loa (Montaña grande), informó hoy el Citma.
Según señaló el Observatorio Geodinámico del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), aunque no amenazan de manera directa a los habitantes, las emanaciones presentan altos niveles de concentración en las capas altas de la atmósfera del Golfo de México y la región occidental del país.
Expertos del Cenais consideran que la situación debe ser evaluada por las autoridades medioambientales cubanas, por las posibles afectaciones que pueda causar a la salud humana y otras como lluvias ácidas, aspectos que se están evaluando en otros países donde está llegando este gas proveniente del volcán.
Un Aviso Especial del Centro de Contaminación y Química de la Atmósfera del Instituto de Meteorología dio a conocer que se realiza un pronóstico semanal utilizando las salidas del modelo global de Calidad del Aire Silam, perteneciente al proyecto Copernicus.
Indicó que hasta ahora no se detectan sobre Cuba concentraciones en superficie del dióxido de azufre que supere la concentración máxima admisible de 45 microgramos por metro cúbico en 24 horas, según la norma cubana NC 1020:2014.
Los gases volcánicos, principalmente dióxido de azufre, se concentran en los alrededores del cráter y los respiraderos del volcán.
Estos pueden llegar a combinarse con otras partículas del ambiente y formar niebla tóxica conocida como “vog”, que puede extenderse en toda la isla del Pacífico e incluso llegar a otras zonas del estado.
La exposición a esta niebla tóxica puede provocar ardor ocular, dolores de cabeza y garganta, y para aquellas personas que tienen asma u otros problemas respiratorios podría ser de importancia médica.
El Maula Loa, ubicado en la isla de Hawái, no entraba en erupción desde 1984 y en esta ocasión empezó su actividad el pasado 27 de noviembre.
De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos, ha entrado en erupción 33 veces desde 1843.