Los Cazadores de Artemisa saldrán hoy a la grama del estadio 26 de Julio con la difícil misión de igualar el playoff final de la II Liga Élite del Béisbol Cubano.
Sus rivales, los Cocodrilos matanceros, mandan 2-1 el duelo al mejor de siete juegos de donde emergerá el nuevo campeón, y han aumentado su favoritismo en las últimas horas después de los recientes acontecimientos.
El primer golpe que han sufrido los Cazadores fue la partida de Liván Moinelo, un lanzador que es toda una garantía en el bullpen y que les salvó tres partidos en la postemporada.
El zurdo, considerado uno de los mejores relevistas de la Liga Profesional Japonesa, tiene que regresar al país asiático a cumplir sus compromisos con los Halcones del Softbank y deja un vacío que ningún otro podrá llenar.
A su ausencia se unen las del serpentinero Darío Sarduy (contratado también por los Halcones) y el legendario toletero Frederich Cepeda, quien sufre una lesión (esguince de tobillo) que debe alejarlo de los terrenos por el resto del campeonato.
A esto hay que sumarle la baja producción ofensiva de su estrella Dayán García, que después de regresar de una buena campaña con los Tigres de Chinandega en la Liga Profesional de Nicaragua, apenas ha podido pegar dos sencillos en 13 turnos al bate.
Los discípulos de Yulieski González dependerán hoy en el montículo del refuerzo Erly Casanova, un lanzador que si bien es de primer nivel no trabaja desde el pasado 15 de diciembre, cuando salió derrotado (4-3) después de caminar la ruta completa de nueve episodios.
El refuerzo pinareño firmó una campaña de lujo al aceptar solo cinco carreras limpias en 36 entradas (1.25 pcl), pero sufrió una novedad en la familia que lo ha mantenido fuera de juego durante todo este tiempo.
En los tres primeros partidos de esta final los artemiseños exhiben un promedio ofensivo por encima de sus contrarios (306 por 267) pero han anotado dos carreras menos (15/17), y han conectado un solo cuadrangular por cuatro los matanceros.
Otros parámetros importantes que deben mejorar para poder igualar la serie es el promedio de carreras limpias de sus lanzadores (4.85) y la defensa (948 Ave), muy por debajo de la que debe mostrar un equipo a este nivel.
La combatividad y el privilegio de la localía son elementos que, más allá de ausencias y estadísticas poco favorables, pueden empujar a un equipo que ya ha hecho historia al llegar a estas instancias y que casi tiene un doctorado en derribar pronósticos adversos.
El desafío está pactado para las 13.30 hora local y es «de vida o muerte» para esos guerreros que de caer, estarían obligados a vencer en los últimos tres partidos, una misión que sí se pudiera catalogar de imposible.