La pregunta me la han hecho varios aficionados en las últimas horas, y se las trae, porque Danny Miranda acaba de ganar la III Liga Élite del béisbol cubano con Ciego de Ávila y ya algunos lo ven como el mentor del equipo Cuba para el venidero Clásico Mundial.
Ciertamente, el debutante mostró muy buenas cualidades, primero para clasificarse para la Liga, y luego para armar un Frankenstein cuando varios peloteros de su terruño renunciaron a jugarla.
Los resultados van y vienen, pero la capacidad de una persona de ser líder y motivar a un buen grupo de jugadores que ni siquiera son de su provincia para mí tiene aún más mérito.
Era una verdadera papa caliente lo que tenía el exinicialista en sus manos, porque hasta la afición podía darle la espalda al no contar con representantes locales, pero nada de eso lo amilanó, y desde la selección de refuerzos le dio forma a algo que no tenía ni pies ni cabeza.
Contó con la suerte de poder mantener a toda su tropa íntegra en medio de un torneo en el cual el resto de los equipos fueron sufriendo bajas a lo largo del calendario, pero, independientemente del azar, desde que se sentó en el diamante del estadio Latinoamericano a pedir, sabía exactamente lo que quería, a diferencia de otros cuerpos técnicos que siguen yendo a esos cruciales momentos a improvisar, como si estuvieran jugando a las cartas en la sala de sus casas.
La seriedad con la que asumió esa velada, y la que mantuvo en todo momento a lo largo del certamen para intentar conocer al dedillo a cada uno de esos hombres que tenía bajo su mando por primera vez, son otro punto a favor del avileño.
También muy loable el estudio de los rivales y la seguridad para manejar su cuerpo de lanzadores con mano firme, sin miedo a sacar del box a cualquiera, llámese como se llame, si considera que no es lo mejor para ese momento determinado.
Ahora bien, estamos hablando del Clásico Mundial, el evento más importante de la pelota a nivel planetario, y allí no se va a aprender.
Es harina de otro costal, como dice el refrán, aunque a favor de Danny habla también esa “mano izquierda” para acoger como suyos a peloteros que no conoce y sacarles el máximo, lo cual también puede ser muy valioso en la conformación del plantel al Clásico, porque la mitad de los posibles integrantes de esa nómina no juegan en Cuba.
Falta todavía bastante para el Clásico, aunque ya el resto de los países designaron a su manager, así que no hay por qué apresurarse. Tras bambalinas se mencionó a Germán Mesa, pero me da la impresión de que el extorpedero prefiere seguir a la sombra, como manager de banca.
Yo prefiero esperar a la próxima Serie Nacional para ver si lo de Danny no fue la suerte del principiante, porque tampoco sería la primera vez que ocurre.
Todavía es pronto, pero pinta bien. (Escrito por LEMAY PADRÓN OLIVEROS / ESPECIAL PARA CUBASÍ)
