Cuando el aroma del café preparado por Yuliet dio el de pie en la finca El Perol, los guajiros recargaron su ímpetu con una fuente de energía renovable que es la familia, generadora de gran apoyo al referendo popular que se efectúa desde el amanecer de este 25 de septiembre, en Ciego de Ávila.
«Cogimos el trillo temprano hacia el colegio electoral para dar el Sí por el Código del amor y los afectos, por eso ya lo tengo incluido como un nuevo miembro de nuestro núcleo familiar de raíces campesinas», afirma Larry Muñoz Acosta, asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Nguyen Van Troi, del municipio de Ciro Redondo.
«Heredé el apego a la tierra de mis abuelos y padres. Dos de mis hijos están al pie del surco, el más joven estudia y la hembra es ama de casa, pero también guajira de pura cepa, con quienes conté hoy para, primero ejercer el voto por el bienestar de todos los seres humanos, especialmente el de mis cuatro nietos y el futuro de la Patria, después me incorporé al campo porque el pueblo necesita también que demos el Sí se puede en la producción de alimentos».
Larry es uno de los que más aporta al programa alimentario entre los asociados a la mencionada CCS. Entrega frijoles, maíz, arroz, hortalizas y mucho amor a su familia y a la tierra desde que decidió convertirse en un guajiro de bien a los 18 años de edad.