Con absoluto conocimiento de causa, un avileño ha declarado que “Si el hombre sirve, la tierra sirve. Solo hay que enamorarse de lo que se hace”.
Es que este personaje, Romelio Rodríguez Sánchez, es ingeniero agrónomo y Doctor en Ciencias Agrícolas; él precisamente no es un hombre de origen de campo, pues nació y ha vivido todo el tiempo en la ciudad de Ciego de Ávila, pero tiene su existencia convertida en un sacerdocio de la tierra y sus cultivos.
Su perseverancia y sabiduría le han permitido disfrutar en muchas ocasiones de apreciar las cosechas de plantas con las cuales ha experimentado para su mejoramiento genético, en especial con la piña.
Romelio también ha incursionado en el cultivo de plantas ornamentales, de flores, de árboles maderables como la caoba, el cedro, el eucalipto y otras desconocidas en Cuba como la Pithaya y la Sacha Inchi.
Él tiene el mérito de haber incrementado el vínculo universidad-campo-producción en una etapa en la cual dirigió por cinco años, el laboratorio de agrobiología del Centro de Bioplanta de Ciego de Ávila.
En la actualidad labora en la en Empresa Agroindustrial Ceballos, donde aplica las novedades científicas para hacer cultivos de mayor calidad y productividad.
Con hombres como Romelio la tierra servirá siempre para dar sus mejores productos y alcanzar la soberanía alimentaria que tanto necesita el país.