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A ritmo de 26 se trabaja por el incremento de la producción a 50 toneladas diarias. Foto: Oscar Alfonso Sosa

Sancti Spíritus en 26: Zafra en la Zaza

En cada tiro de paño o chinchorro la acuicultura en esta región afina la puntería. Muestra su potencial este año 2024 y garantiza alrededor del 28 % de la captura de los peces de agua dul­ce con destino al encargo estatal en el país.

El colectivo de la unidad em­presarial de base (UEB) Acuiza, perteneciente a la Empresa Pes­quera espirituana (Pescapir), ex­trajo de los embalses de la pro­vincia mil 831 toneladas, cifra que representa el 113 % de cum­plimiento del plan al cierre del primer semestre del presente año. Un salto cuantitativo en su gestión productiva con un saldo de 680 to­neladas más que en igual etapa del 2023.

Los bajos niveles de almacena­miento de agua tras el impacto de la sequía, con mayor incidencia en la presa Zaza, y una prominente mani­festación de las especies —principal­mente carpas y tencas— producto de la efectiva siembra de alevines en las dos últimas campañas, propician una verdadera zafra acuícola.

“Las condiciones han sido favo­rables para la pesca. Los bajos vo­lúmenes de las presas y la entrada de algunos insumos facilitaron el incremento de las capturas”, afir­mó Jiomel Márquez Alonso, jefe de producción en la UEB, la cual admi­nistra dos zonas de operaciones, una con su infraestructura en el embalse Zaza y otra en el río del mismo nom­bre. Principales áreas de operacio­nes de 10 brigadas de chinchorros y tres de paños.

 

Pescando más salario

Según precisó Márquez Alonso, los trabajadores están contentos por­que “pescaron” también más in­gresos salariales. “Los sistemas de pago— dijo— son estimulantes. La tonelada se paga a 4 mil pesos e in­crementa su valor tras sobrepasar el 120 % de sobrecumplimiento”.

Las brigadas nombradas Sie­rra, Pantera, Pitirre, Liudmila y Tuinucú marchan a la vanguardia, tras saldar sus compromisos anua­les al cierre de junio.

Tuinucú se convirtió en la pri­mera en lograr esa meta. Su pa­trón, Miguel Gil León, con más de tres decenios de experiencia como pescador en el mayor embalse de Cuba, aseguró que la clave es con­seguir el plan diario y superarlo para alcanzar el decisivo adelanto.

Concuerda su colega de oficio Eduardo Felipe Rodríguez, de la brigada Pitirre: “Nuestro objeti­vo es sacar los beneficios para la alimentación del pueblo”, enfati­zó. “Cuando llegan estos meses, que es la etapa de cosecha alta, tenemos que irnos por encima. Adelantar antes de la tempora­da baja, cuando se llena la presa y vienen los nortes, condiciones que hacen más engorrosa la cap­tura”.

Por eso Rodolfo Enrique Del­gado Denis, de la Liudmila, reco­noce que “determinante resulta aprovechar esta época para coger 5 o 6 toneladas diarias, más de 30 mensuales. Realmente, las cap­turas son más fáciles hoy por el bajo nivel de la presa, pero esta pincha es brava”.

 

Ganancias de pescador

Se previó una prominente campaña. Para navegar con éxito se fortaleció el vínculo entre los pescadores y el consejo de dirección de la entidad, ampliaron la disponibilidad de artes de pesca, remotorizaron dos embar­caciones, adquirieron 20 botes y lim­piaron varias hectáreas en la Zaza, informó Jiomel.

“La estrategia es aumentar las capturas. Con esa visión se labora en el montaje de un nuevo motor a la chernera de Felicidad, habilitar otra embarcación y tejer un chin­chorro, con vistas a crear una nueva brigada. Acciones en homenaje al 26 de Julio, cuya celebración nacional también pasa por las redes y las ma­nos de nuestros pescadores”. (Por Yuleiky Obregón Macías y José Luis Martínez Alejo)

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