Niños como Oliver Oliva Rodríguez, del municipio de Majagua, en Ciego de Ávila, por su corta edad no interiorizan la seguridad que ofrecen a sus vidas las dosis de refuerzo contra la COVID-19, sin embargo, en los rostros de sus familiares se aprecia tranquilidad al saberlos protegidos.

Este infante es uno de los más de 49 mil 360 que en la provincia avileña están entre los dos y 11 años de edad, uno de los tres grupos poblacionales que se benefician con la actual campaña de administración de dosis de refuerzos con Abdala y Soberana.

El mérito de este privilegio no solo radica en saber que nuestros hijos están inmunizados y con menos posibilidades de contagiarse con el peligroso coronavirus, sino también en que esa protección es con un fármaco producido en instituciones científicas cubanas, manifestó a la Agencia Cubana de Noticias Dianelis Rodríguez, madre de Oliver.

Mi pequeño, de cinco años de edad, recibió en septiembre y octubre del año anterior dos dosis de Soberana 02 y una tercera de Soberana Plus y por estos días le fue colocado en su bracito el primer refuerzo con Soberana 02, ambas producidas en el Instituto Finlay de Vacunas, comentó Rodríguez.

Los padres estamos muy contentos porque Cuba es el primer país que protege a su población pediátrica de dos a 18 años contra la COVID-19, enfatizó la majagüense, maestra de profesión.

Beatriz Barrera Lastre, funcionaria del equipo provincial de vacunación en Ciego de Ávila, informó a Invasor digital que el territorio cumple los propósitos establecidos para la fecha, lo cual lo ubica en los primeros puestos a nivel de nación.

Señaló que la inmunización a los comprendidos entre 12 y 18 años está a un 99.5 por ciento, en los de más de 19 años se encuentra al ciento por ciento y en los niños de dos a 11 años alcanza un 96 por ciento.

Sin embargo -dijo- hay demoras en asistir a los vacunatorios, acción que ralentiza el proceso y obliga a devolver cada día frascos intactos a su cadena de frío original.

Para este programa permanecen habilitados en la provincia todos los consultorios del médico y la enfermera de la familia, excepto en el municipio cabecera donde son 81 los certificados, además de los cinco puntos establecidos en los policlínicos de cada área de Salud.

De igual forma, están garantizados los recursos humanos, la técnica y los inmunógenos.