La fe en la victoria de Cuba solo es posible gracias a la solidaridad del mundo y la resistencia del pueblo, manifestó este martes el Presidente Miguel Díaz-Canel en el Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba y el antiimperialismo a 200 años de la Doctrina Monroe, que sesionó en esta capital.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República ratificó el compromiso histórico con las causas defendidas por la nación caribeña y de no fallar al legado de quienes construyeron la Patria cubana al precio que sea necesario.
Díaz-Canel defendió que la justicia para todos solo se consigue con el socialismo, proyecto perseguido por la dirección política del país en función de dotar a los trabajadores de un mayor protagonismo en la construcción de un futuro mejor.
Con relación a la temática del evento, insistió en los enunciados erróneos de la Doctrina Monroe, a dos siglos de su creación, que pondera la dominación en lugar de la cooperación y el avance conjunto en pos del desarrollo.
En un momento en que Estados Unidos pretende renovar esa política mediante las acciones unilaterales, las sanciones y chantajes para restaurar sus posturas hegemónicas en el continente, los amigos de Cuba dan sobradas muestras de cómo se puede vencer el cerco sin esperar que sea levantado, porque la solidaridad humana no puede ser bloqueada, enfatizó.
Como prioridades, el jefe de Estado señaló la importancia de aumentar el activismo y articulación en espacios de redes donde se libran batallas contra el bombardeo informativo promovido por las grandes cadenas noticiosas, y visibilizar el quehacer de grupos y plataformas que desde el exterior reclaman el fin de la hostilidad.
Recordó que a pesar de los intentos por desinformar o hacer olvidar la historia, el modelo de capitalismo dependiente gobernó en Cuba durante las primeras décadas del siglo XX y dejó un conjunto de desigualdades tan pronunciadas que provocó la revolución más radical en el continente.
La principal motivación para la administración estadounidense por mantener el bloqueo es impedir el triunfo de una nación antimperialista y socialista a solo 90 millas de sus costas, aseguró el Presidente cubano.
Aclaró que Cuba apuesta por la paz, el multilateralismo, el respeto a la soberanía y el diálogo para la resolución de los conflictos, y como evidencia de esa voluntad anunció la apertura en La Habana del Tercer Ciclo de las Conversaciones de Paz entre la administración colombiana y el Ejército de Liberación Nacional.
Los amigos presentes el próximo 5 de mayo serán testigos del festejo de los trabajadores cubanos con entusiasmo y fe inquebrantable en la victoria, así como el apoyo mayoritario del pueblo al proceso revolucionario, afirmó.
En la clausura del evento intervino Fernando González Llort, presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, y se dio a conocer la Declaración Final, con posturas que coinciden en el papel crucial del respaldo de los amigos foráneos en la supervivencia de la Patria cubana en tiempos complejos, y la identificación con otras causas justas del planeta como la Palestina, la del Sáhara Occidental y de Puerto Rico.
También ocurrió la presentación de un libro biográfico sobre la figura del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva por su autor Fernando Moraes, y la entrega de la Medalla de la Amistad, en cumplimiento del Decreto Presidencial 605, a tres líderes sindicales de República Dominicana, Francia y Argentina y a la Federación Rotativista de París.