El anuncio que un módulo de alimentos llegará a todos los núcleos de la población avileña, constituye una entrega adicional para las festividades familiares de fin de año y es recibido con agrado, en época de notables carencias y precios sumamente elevados.
Con esmero, empresas estatales agilizan sus producciones para comenzar la distribución de forma escalonada, lo cual constituirá un importante despliegue logístico en cada uno de los 10 municipios del territorio.
Y en ese empeño destacan los proyectos de desarrollo local La Trocha y Son de la tierra,
comprometidos con un alto volumen de sus producciones para abarcar consumidores de 180 000 núcleos registrados en el sistema de bodegas del Grupo Empresarial de Comercio, en Ciego de Ávila.
Las mini industrias de La Trocha y Son de la tierra laboran a toda capacidad y, gracias al
encadenamiento productivo, las cosechas de los campos se convierten en provisiones semi
elaboradas, que reforzarán este diciembre, la alimentación de los avileños.
Y esta experiencia es válida para repetirla, siempre de forma controlada, dentro de la canasta básica normada, para que la población pueda adquirirla equitativamente en su bodega, sin dar oportunidad a los acaparadores-revendedores, que tanto dañan a la sociedad en tiempos de escases.