La unidad, que hoy más que nunca es el arma para defendernos de «los tentáculos del fascismo» fue ratificada como una necesidad en la XI Cumbre Extraordinaria de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), realizada de manera virtual, y en apoyo a la situación postelectoral por la que transita Venezuela.

En la sesión inaugural, el presidente bolivariano Nicolás Maduro Moros agradeció el apoyo de los países de la alianza y su asistencia a la reunión preparatoria del consejo de movimientos sociales del ALBA-TCP.

Con respecto a lo que vive su país, el Jefe de Estado señaló que su nación no teme a las amenazas ni a que los invisibilicen, «lo que importa es que el pueblo venezolano existe, está en combate y está en victoria», argumentó.

En tanto, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, subrayó, en comparecencia telemática, que «la unidad es base y esencia de la invencible fuerza de los pueblos en revolución», y reiteró las felicitaciones a Maduro por su triunfo en los comicios del 28 de julio.

Por su parte, el mandatario de Bolivia, Luis Arce Catacora, se sumó a la felicitación y trasladó la necesidad de «fomentar la unidad de los pueblos e integración regional para enfrentar los deseos del imperialismo estadounidense de recuperar la hegemonía sobre los países» que considera su patio trasero.

También denunció los intentos golpistas que han desatado una violencia «en el hermano pueblo venezolano», y dijo que «no puede convertirse en una práctica política en nuestra región, y mucho menos suplantar la voluntad popular».

En su discurso, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, rememoró las distintas acciones de las administraciones estadounidenses contra los procesos progresistas de América Latina y el Caribe, y reafirmó su posición en apoyo a Maduro como presidente legítimo y «continuador de la lucha de Chávez».

Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, manifestó que los seis países caribeños integrantes de la alianza apoyan la victoria electoral validada a través de los entes legales nacionales y los observadores internacionales.

En la declaración oficial del XI Cumbre Extraordinaria, los jefes de Estado y de Gobierno y demás representantes de las naciones participantes, constataron su fidelidad «a los principios y valores fundacionales de solidaridad, justicia social y cooperación, y apegados a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y al Derecho Internacional».

También instaron a la comunidad internacional a respetar «la soberanía, la autodeterminación y la voluntad democrática del pueblo venezolano».

Repudiaron los planes y acciones desestabilizadores impulsados por factores externos que intentan desconocer la voluntad de los pueblos de América Latina y el Caribe de manera democrática y legítima en las urnas, así como la brutal guerra comunicacional que se está desarrollando contra la nación bolivariana en las redes sociales.

La Alianza saludó, además, con beneplácito la decisión de la sala electoral del Tribunal Supremo de Justicia para dirimir la controversia.