Las manifestaciones culturales en zonas del suroeste avileño tuvieron sus orígenes desde la etapa primitiva debido a la existencia de varios asentamientos indígenas cuyos pobladores tenían entre sus costumbres la organización de festejos de carácter colectivo.
Luego de la llegada del navegante Cristóbal Colón al denominado nuevo continente, este acogió a las diferentes culturas de distantes civilizaciones que lejos de atentar contra la arraigada tradición se fortaleció mediante la mescla de cantos y bailes, con la danza entre las privilegiadas.
La finca la Majagua y sus sitios colindantes no estuvieron exentos de este fenómeno con los aportes más significativo procedentes de África y de España y principalmente este último que resultó el de mayor predilección entre los hombres y mujeres encargados de cultivar la tierra.
Por eso cuando el dos de abril de 1906 fuera fundado el actual poblado de Majagua, los bailes guajiros formaron parte de las atracciones de sus moradores que fueron la base para la creación hace más de 90 años de los bandos azul y rojo, iniciativa de Pedro García Méndez, espirituano radicado en este territorio.
Con esos antecedentes, centros del sector educacional, instituciones culturales y hasta vecinos aislados se convirtieron en promotores culturales y en especial de la danza, hecho que con el triunfo de la Revolución Cubana amplió sus posibilidades de desarrollo y nombres como Cabalgata Guajira, La flor de Majagua, XX Aniversario y Los Magos son significativas muestras.
Lograr trascender en el tiempo forma parte de las aspiraciones de los defensores de la cultura del territorio y como contribuciones más recientes está la creación de la sede del Conjunto artístico XX y la preparación de muchachas y muchachos como cantera de esta agrupación insigne, con más de medio siglo de existencia. Una forma más para que la popular expresión Majagua tierra donde se baila y se triunfa se mantenga vigente a través de los años.