Luego de dos años que noviembre en Majagua pasaba sin el sano contagio de sus tradiciones reflejadas en los colores azul y rojo, esta vez la fresca brisa propia de la época del año es alentadora.

Desde hace varias semanas las tardes y las noches adquirieron aquí tonalidades diferentes a partir del inicio de los ensayos y el ímpetu que se gesta en cada espacio de preparación de las comparsas se desplaza por todo el entorno.

¿Qué alma y que pies pueden resistirse ante la música y los estribillos de un “Anda Pepe o una Doña Joaquina ponte en vela”?  ¿Podrá alguien mostrarse indiferente ante la presencia de infantes que no levantan dos cuartas del piso y ya mueven sus cuerpecitos como fieles seguidores del legado que nos dejó Pedro García Méndez?

Aunque la fecha fijada para el desarrollo de la cuadragésima jornada de la cultura majagüense es del 10 al 13 de noviembre. ¿En qué hogar de esta azul y roja localidad no se habla de bandos?  Adultos que exponen sus experiencias, jóvenes que los siguen, madres y padres que reajustan sus deberes para llevar a los hijos a recibir las orientaciones de los instructores de arte y de los promotores culturales.

Hasta los desagradables apagones tienen menos repercusión, debido a las alternativas creadas para aprovechar el tiempo en el desempeño de otras acciones que contribuyan también a mantener vivo el entusiasmo que dio pasos agigantados ante la noticia que este año Majagua tras el control de la Covid-19 volvería a vestir su traje bicolor.

El hecho de haberse informado que la presentación de los espectáculos concebidos por la dirección de uno y otro bando se realizaría sin los habituales apuntes de un jurado que tenga la difícil misión de dar a conocer el ganador del año, la competencia no pierde vida y brillo por el colorido, creatividad y por asentar bases sólidas para futuros enfrentamientos es el propósito de cada participante.

Adelante azules y rojos, rojos y azules, que en la noche del sábado 12 de noviembre el amplio escenario de la Pista Joven es de ustedes, con escudo y espada bicolor en defensa de la cultura y por el bien de la nación.