Los decretos que el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, pretende enviar a la Corte Constitucional (CC) en la recta final de su mandato generan hoy preocupación por el enfoque neoliberal de las medidas.
El mandatario busca consagrar aún más el esquema empresarial que vienen implementando en el país desde 2017, primero con el gobierno de Lenín Moreno (2017-2021) y ahora con Lasso, afirmó el historiador Juan Paz y Miño en entrevista exclusiva con Prensa Latina.
El analista advirtió que, tras disolver la Asamblea Nacional (Parlamento) con la llamada muerte cruzada, el Gobierno aprovechará la coyuntura para hacer los cambios que en dos años no ha podido hacer.
El Ejecutivo ya presentó un primer decreto que es la reforma tributaria, supuestamente para aliviar impuestos a la clase media, y aunque esa medida aún no ha sido aprobada por la CC, anunciaron la intención de crear un paraíso de comercio exterior libre, denunció Paz y Miño.
La llamada ley de zonas francas llegará este martes a la CC, que deberá emitir un criterio sobre su viabilidad y constitucionalidad.
Para el historiador, esa reforma y otras que llegarán en los próximos días buscan fortalecer las rentabilidades privadas, manteniendo cercado al estado y sus capacidades de control.
Serán medidas ultraneoliberales para flexibilizar los mercados, ampliar la base para tratados de libre comercio y el florecimiento de relaciones mercantiles que no favorecerán el verdadero desarrollo social de la nación, subrayó el también profesor universitario.
Apuntó que desde el Gobierno tienen una mentalidad caduca para el tiempo contemporáneo porque “el neoliberalismo latinoamericano ha demostrado que es nefasto para nuestros pueblos”.
En ese sentido, criticó las intenciones de aplicar una reforma para flexibilizar el actual Código de Trabajo y acabar con conquistas consagradas, como las ocho horas laborales.
El propio Lasso afirmó que quieren implementar en seis meses lo que no han podido hacer en dos años de mandato y eso es un peligro, agregó.
El gobernante cumplirá mañana su segundo aniversario en el poder, pero apenas le quedan unos meses en la silla presidencial porque al decretar la muerte cruzada, habrá elecciones generales en 90 días.
Las próximas autoridades tendrán que empuñar una fuerte bandera de coherencia y consolidación de un proyecto de transformación social y económica para recuperar Ecuador, manifestó Paz y Miño en su diálogo con esta agencia.