El 2023 marcará un antes y un después en el baloncesto avileño. Una medalla de bronce ganada a golpe de coraje y la despedida de los últimos tres jugadores del elenco que comenzó en el 2005 a tejer con hilos dorados la historia de los Búfalos avileños.
Los nombres de Vanier la “Muralla” Reyes, Williams Granda el “Grande” y Yoan Luis el “Papa” Haití resonarán por mucho tiempo en los oídos de los aficionados al baloncesto en Ciego de Ávila y Cuba.
La entrega de la Muralla en cada minuto sobre la cancha le valió el respeto de sus compañeros y adversarios, así como sus 14 títulos, de ellos tres con Centrales, 10 con los Búfalos y uno como refuerzo de los Lobos villaclareños, que lo encumbran como el jugador de más coronas en la historia de la Liga Superior de Baloncesto (LSB).
Williams, por su parte, será recordado por la técnica casi perfecta en los cobros de tiros libres, sus habilidades en el manejo del balón, la velocidad desplegada en los contraataques y su puntería de larga distancia, que lo llevaron a vestir la camiseta del equipo nacional por una década.
Otra imagen que permanecerá por mucho tiempo en las mentes de los fanáticos de los Búfalos avileños será las sacudidas del Papa Haití en la zona pintada para sacarse de arriba a los contrarios y lograr la canasta en el momento que más falta le hacía a su equipo, que desataban la algarabía en al graderío.
Es evidente que hacer coincidir a jugadores de la calidad de Michael Guerra, Yudnier Pérez, William Granda, Geoffrey Silvestre, Yoan Luis Haití, Vanier Reyes y Yasser Rodríguez, por sólo citar los rostros más visibles de la época dorada, será bien difícil.
Sin embargo, confío en el trabajo de los técnicos y las nuevas figuras del deporte ráfaga en Ciego de Ávila para mantener el prestigio de esta disciplina a nivel de país y conservar viva la leyenda de los Búfalos avileños.