Atletas y especialistas admiran sus conocimientos, la forma de aplicarlos, la profesionalidad y resultados del entrenador avileño de lucha Hiram Álvarez Gómez, cuyo nombre está estrechamente vinculado a la historia y resultados de ese deporte en las provincias de Ciego de Ávila y Camagüey.
Es esta última egresó en 1975 de la Escuela Superiores de Profesores de Educación Física Manuel Fajardo, donde de inmediato comenzó como jefe de cátedra y en 1979 pasó de entrenador a la ESPA provincial agramontina, alcanzando excelentes resultados con los gladiadores juveniles del estilo greco, con aportes a la selección nacional, entre otros Mario Batista y Cecilio Rodríguez, cuarto lugar en los Juegos Olímpicos de Barcelona, 1992.
Perseverante, ávido retorna a Ciego de Ávila en 1984, como asesor de la comisión provincial de lucha, al siguiente año introduce el estilo greco en la EIDE del poblado de Patria, donde inicia un amplio programa de preparación con atletas en desarrollo que continúa en la EIDE Marina Samuel Noble, con énfasis en la categoría juvenil y logra mantenerla durante varios años en la élite nacional, consolidando las bases para nuevos logros en años posteriores.
En este empeño logró la formación de atletas de la talla del campeón mundial Alexey Banes, con el esfuerzo también de su colega Carlos Orestes, por solo citar un ejemplo de muchos que brillaron en el ámbito nacional y foráneo.
Significar que en 1990 fue notable su accionar con la selección nacional de República Dominicana, posibilitando que esa nación ganara su primera medalla en lucha greco en Juegos Centroamericanos y del Caribe, también brindó sus conocimientos en Venezuela, demostrativo de su amplio dominio científico y técnico metodológico de este deporte.
En reconocimiento a su trabajo cuando se cumplieron 40 años de la lucha greco en Camagüey, la Federación Cubano lo estimuló junto a Pedro Vall, Gustavo Rollé y Elio Pacheco, entre otras personalidades de esa disciplina en Cuba.
Para este artífice de campeones, el éxito empieza y termina con la capacidad de superación, la aplicación de métodos científicos, voluntad y entrega.
Reconoce que el sentido del deber lo acompaña desde que era atleta, válido para consagrar su vida a un deporte orgullo de la nación cubana.
Actualmente entrena a los atletas juveniles en la EIDE avileña Marina Samuel Noble.