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Estados Unidos-Cuba: bloqueo contra béisbol

El criminal bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, impuesto hace más de seis décadas, ha provocado pérdidas millonarias a la pequeña isla del Caribe en todas las esferas de la vida y el deporte, en particular el béisbol, no escapa de su impacto.

Estas leyes, que se han ido endureciendo con el paso del tiempo, limitan el acceso a nuevas tecnologías, obligan al Gobierno cubano a comprar equipamientos e insumos deportivos en terceros países por un precio muy superior a su valor real y violan las posibilidades de intercambio académico y científico entre ambas naciones.

Además, provocan el congelamiento de activos financieros en bancos internacionales. Atletas y árbitros no pueden cobrar premios que ganan en torneos foráneos y las federaciones nacionales, por estas restricciones, se ven muchas veces imposibilitadas de pagar sus membresías, lo cual reduce las posibilidades de participación en eventos deportivos alrededor del mundo.

“Varias personas creen que estamos justificando las ineficiencias -que las tenemos- y otras dificultades que podemos resolverlas aquí, pero el bloqueo es una realidad que vivimos todos los días y nos afecta mucho”, le declaró a la Agencia Cubana de Noticias el tesorero de la Federación Cubana de Béisbol y Sóftbol (FCBS), Luis Daniel del Risco.

El directivo resaltó el dolor que le causa la situación que existe en las categorías infantiles, donde los padres de los niños juegan un papel preponderante con su aporte económico y eso hace que se pierda un poco el control en las actividades que ellos realizan.

“Estamos limitados con la escasez de recursos, de transportación y de alimentación para poder desarrollar las competencias. Es doloroso que los niños quieran jugar beisbol y no tengan los zapatos, uniformes e implementos requeridos”, señaló.

“Todo hay que comprarlo en Asia y se encarece. Se nos va limitando la adquisición de recursos para el desarrollo de la pelota y tenemos que hacer muchas gestiones para conseguirlos”, agregó.

Del Risco explicó los inconvenientes de la transportación, de bates y pelotas desde tierras tan lejanas, porque además de los altos costos sufren por los cambios de temperatura y las malas condiciones de almacenamiento.

“Cuando traemos desde China un lote de bates y pelotas que vienen en un camarote de un barco y se pasan tres meses bajo el mar y luego en un almacén que no tiene las condiciones requeridas, sufren cambios de temperatura; las pelotas pierden el bote y se parten los bates con más facilidad”, apuntó.

Según sus palabras, comprar los implementos en países como México o Panamá, es muy complejo porque no pueden pagar directamente en ningún banco producto del propio cerco imperial y tienen que hacer pasarelas, buscar a un intermediario para poder hacerlo y eso va encareciendo los precios.

Por otra parte, recordó Del Risco, el dinero que recibe la Federación Cubana por sus peloteros contratados en Japón ya no puede cobrarlo directamente en los bancos internacionales por el recrudecimiento de esas leyes, y los clubes no tienen otro remedio que invertirlo allá y enviar a la Isla pelotas y otros implementos.

Confeccionarlos aquí es casi imposible bajo estas circunstancias. La industria deportiva tiene muchas limitaciones para poder comprar la materia prima y en este momento sus confecciones son escasas.

Aunque existen personas o negocios privados que se dedican a esas labores, la capacidad de producción es muy poca para un país donde funcionan Escuelas de Iniciación Deportivas (Eide) y academias en cada provincia y se organizan campeonatos de todas las categorías de beisbol y softbol en ambos sexos.

Otro factor muy importante que afecta a la mayor de Las Antillas es la ausencia de un acuerdo entre la FCBS y las Grandes Ligas del béisbol profesional estadounidense (MLB).

“Si existiera el acuerdo, con ese porciento que cobraría la FCBS por concepto de formación de los atletas contratados, nosotros contaríamos con un presupuesto que nos permitiría independizarnos un poco del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder),organismo que posee encima una carga de 38 deportes”, declaró el tesorero.

“Por ejemplo, si sacamos la cuenta de lo que debería pagar la MLB a Cuba por la formación de los peloteros que ahora juegan allí (solo un tres por ciento), estaríamos hablando de 70 millones de pesos, sin contar todos los que actualmente se desempeñan en las Ligas Menores”, añadió.

Todo esto genera la emigración de atletas que se sienten con capacidades para jugar en un béisbol superior, mientras que el dinero y los recursos que invirtió la FCBS en su formación desde categorías infantiles, se pierde.

“Hacemos de tripas corazón. Hay que buscar soluciones, repartir lo poco que tenemos a las diferentes categorías y firmar más contratos con el auspicio de la FCBS para tratar de revertir un poco tal situación”, acotó el directivo.

El año pasado, según declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, las pérdidas por los daños acumulados del bloqueo superaban los 150 mil millones de dólares.

“Provoca daño humanitario, sufrimientos, privaciones, angustia, no solo porque es una violación del Derecho Internacional y del humanitario, sino porque es un acto de guerra en tiempo de paz”, sentenció el canciller.

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