Investigaciones reciente declararon que el tabaquismo es la primera causa entre las muertes evitables.
Más explicito es que el hábito de fumar es el que más fallecimientos provoca en el rango de los que no tienen por qué suceder.
Y Cuba no escapa a este mal mundial, con la preocupante situación de que cada día son más los jóvenes de ambos sexos que adquieren el dañino hábito.
Según resultados de una Encuesta Nacional de Salud, uno de cada cinco cubanos de 15 años y más, fuma actualmente en el país. Ello equivale al 21,6 por ciento de la población.
En Cuba se reportan que más de 13 mil personas mueren cada año por enfermedades vinculadas con el consumo frecuente de cigarros y tabacos, lo cual equivale a 32 fallecimientos diarios y dos cada una hora.
Las estadísticas médicas demuestran que fumar incrementa el riesgo de cáncer de pulmón de 5 a 10 veces y afecta órganos como faringe, laringe, esófago, estómago, páncreas, riñón y vejiga, entre otros.
Muchas enfermedades se producen por el tabaquismo y causan dolorosos padecimientos y la muerte.
En Cuba, su Ministerio de Salud Pública tiene establecido programas para desestimular el hábito de fumar, pero su aplicación es insuficiente aún.
Se hace necesaria una cruzada para llevar más información a los ciudadanos, en especial a los jóvenes, de las consecuencias del consumo de cigarro y tabaco.
La Atención Primaria de Salud tiene que hacer más acciones de prevención y control y las escuelas y las organizaciones juveniles deben divulgar hasta el cansancio, lo dañino que resulta fumar y las consecuencias que trae para la salud personal, familiar y ambiental.