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Cuba y el Grupo de los 77 + China, con el Sur como bandera

El orden económico actual ha generado grandes retos para el mundo en desarrollo. Vivimos tiempos de crisis sistémica, como consecuencia de varios años de crisis sanitaria, climática, energética, alimentaria, económica, logística… Tiempos en los que observamos una escalada de las tensiones geopolíticas y de formas renovadas de dominación y hegemonía.

Persisten las brechas en el desarrollo por regiones. El acceso a las tecnologías y el conocimiento sigue siendo desigual. Pesa sobre las naciones del Sur el lastre de la deuda externa.

Temas claves para nuestros países como la reforma estructural de la arquitectura financiera internacional y los flujos de financiación para el desarrollo, así como las medidas restrictivas del comercio, continúan sin abordarse hoy en toda su dimensión.

Urgen acciones de la comunidad internacional para enfrentar la inseguridad alimentaria y los impactos cada vez más severos del cambio climático.

En enero de 2023, al asumir en nombre de Cuba la Presidencia Pro Tempore del Grupo de los 77 + China, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla nos recordaba que: “Resulta ya evidente que los discretos progresos alcanzados en la implementación de la Agenda 2030 se encuentran en riesgo de ser revertidos. Somos testigos de un mundo post pandémico más dividido y egoísta”.

El jefe de la diplomacia cubana también advertía entonces: “Unidad es la palabra de orden en estos tiempos difíciles. Solo mediante la construcción de consensos podremos avanzar hacia la realización de nuestras legítimas aspiraciones de desarrollo”.

Fueron precisamente esas las premisas con las que desde inicios del presente año Cuba asumió la alta responsabilidad de dirigir el grupo de concertación más amplio y diverso de la esfera multilateral, con 134 estados miembros que representan dos tercios de la membresía de la Organización de las Naciones Unidas y el 80% de la población mundial.

Cuba asumió el importante compromiso de consolidar la unidad, presencia e influencia del Grupo de los 77 + China en los múltiples y relevantes procesos multilaterales a celebrarse en 2023. La nación antillana se propuso difundir (y defender) la voz del Sur debidamente, con la aspiración de que nuestros intereses comunes sean tenidos en cuenta.

Durante los meses transcurridos desde el 12 de enero de 2023 hasta la fecha, Cuba ha conducido sus trabajos como Presidente Pro Tempore de manera flexible y siempre constructiva, basado en el más amplio consenso, para llevar a la práctica la visión transformadora que defiende el Grupo de los 77 + China.

En ese empeño, se persigue el objetivo de materializar proyectos de cooperación desde el Sur en el ámbito de la salud, la biotecnología, la educación, el enfrentamiento al cambio climático y la prevención de desastres, que –citando al canciller- “den una lección de unidad, de complementariedad y de voluntad política real”.

La meta es fomentar la solidaridad y la cooperación internacionales en apoyo a la recuperación post-pandemia de las naciones del Sur, abogando por el uso de la ciencia, la tecnología y la innovación como motores del desarrollo sostenible.

Cuba goza para ello de un elevado prestigio en el trabajo diplomático y en la esfera multilateral. Nunca ha cejado en el justo reclamo a los países desarrollados para que cumplan sus compromisos de Ayuda Oficial al Desarrollo, financiación climática y Cooperación Norte-Sur.

Aunque es la primera vez que la mayor de las Antillas lidera este bloque negociador de los países en desarrollo, Cuba ha desempeñado un papel activo en el Grupo de los 77 + China desde su incorporación en 1971. Entre sus principales contribuciones está la promoción de la cooperación Sur-Sur, como vía para el desarrollo equitativo entre los países.

A instancias de Cuba, el Grupo de los 77+China presentó en la Segunda Comisión de la Asamblea General de la ONU los proyectos de resolución Hacia un nuevo orden económico internacional y Medidas económicas unilaterales como medio de coerción política y económica contra los países en desarrollo; con el objetivo de fortalecer mecanismos de concertación política al interior de la agrupación.

Cuba también ha ocupado la presidencia de diferentes Capítulos en el contexto del G77, como Ginebra 2001 y 2010, Nairobi 2005, Roma 1987 y 2001; con resultados reconocidos en todo el mundo.

La Cumbre del Sur es, según los estatutos funcionales del mecanismo, el órgano supremo de decisión del G77 + China. La primera de estas reuniones se realizó en La Habana del 10 al 14 de abril de 2000.

Poco antes de celebrarse el evento, el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, en una especie de convocatoria al debate y diálogo civilizado, se refirió a lo trascendental que resulta llegar a consensos que permitan a las naciones miembros enfrentar los más grandes desafíos contemporáneos:

“El Grupo de los 77 necesita de una reflexión colectiva sobre cómo enfrentar las nuevas realidades mundiales para tener acceso al desarrollo, erradicar la pobreza, defender las culturas y ocupar el lugar que le corresponde en la toma de decisiones globales que a todos afectan (…) Formamos un conjunto de países caracterizados por la diversidad en cuanto a la geografía, las culturas y los niveles de desarrollo económico. Esa diversidad no debe ser debilidad, sino fuerza”.

Esas palabras de Fidel en su mensaje a los participantes en la Reunión Ministerial del Grupo de los 77, celebrada en La Habana, el 19 de septiembre de 1999, continúan teniendo hoy mucha vigencia.

Y es que conciliar intereses de la agrupación de Estados más grande del planeta, nunca ha resultado tarea fácil. Es un grupo dispar y diverso, en el que confluyen varias ideologías y diferentes visiones del mundo. El Presidente rotativo del mecanismo es clave para mantener la capacidad, estrategia, unidad y liderazgo del grupo frente a todos los procesos.

“El país caribeño no lleva todavía seis meses en la Presidencia Pro Tempore y aun así se han vivido varios momentos importantes para el Grupo”. Así lo detallaba en una reciente entrevista con Presidencia el diplomático cubano Abelardo Moreno Fernández, quien se desempeña actualmente como asesor del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba.

Entre esos momentos Moreno Fernández enumeró: “Cuba tomó parte en el grupo de contacto del Movimiento de Países No Alineados sobre recuperación después de la pandemia; participó en la Quinta Conferencia de las Naciones Unidas sobre países menos adelantados; tomó parte en la Conferencia de las Naciones Unidas denominada “El agua para un desarrollo sostenible”; y en el Sexto Foro de países de América Latina y el Caribe sobre desarrollo sostenible de la CEPAL (Comisión Económica y  para América Latina y el caribe). Participó, además, en el diálogo climático de Petersburgo, en Berlín”.

También hizo referencia a “la Reunión de ministros de Relaciones Exteriores; a la Quinta Conferencia por el Equilibrio del Mundo, celebrada en La Habana; y a otros encuentros similares”.

Durante este año, La Habana ha sido sede de importantes eventos relacionados con el G-77 + China, entre ellos las reuniones de ministros de Educación, de Cultura y de Turismo del Grupo.

Cuba, en su condición de Presidente del G-77 + China, convocó esta semana a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno bajo el tema “Retos actuales del desarrollo: Papel de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación”, los días 15 y 16 de septiembre de 2023, en La Habana.

En un video difundido en redes sociales, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, afirmó que “la ocasión deberá servirnos para reforzar nuestra unidad y decidir acciones colectivas y prácticas en el enfrentamiento eficaz a los retos contemporáneos”. “Cada minuto cuenta en la búsqueda de solución a los acuciantes problemas de nuestros pueblos”, agregó.

El mandatario cubano, en su convocatoria a la cita, consideró una paradoja que “la ciencia, la tecnología y la innovación estuvieran en la primera línea de respuesta a la pandemia de covid-19, mientras que sus beneficios resultaban inalcanzables para los más necesitados”.

Cambiar ese escenario, enfatizó, exige la construcción de una relación más justa y un orden verdaderamente democrático e inclusivo, que privilegie la solidaridad y la cooperación internacionales.

Hoy, el desarrollo científico-técnico está monopolizado por un club de países que acaparan la mayoría de las patentes, las tecnologías, los centros de investigación, y promueven el drenaje de talentos de las naciones en desarrollo. El Sur tiene grandes potencialidades en materia de ciencia, tecnología e innovación; nuestra fortaleza debe ser la unidad, la complementariedad, la integración de capacidades nacionales. No debemos quedar relegados ante futuras pandemias. La cita de septiembre en La Habana busca precisamente ese objetivo.

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