Juana Pérez de Corcho Espinosa, conocida entre familiares, amistades y vecinos, por Edita, celebró su cumpleaños número 100, encuentro dedicado a esta descendiente de Mambí.
Su padre Matías Pérez de Corcho, quien luchó por la Independencia de Cuba bajo las órdenes del general del Ejército Invasor Quintín Banderas, la apodó “La Totiza”, por tener la piel trigueña y los ojos azules como el totí, ave de brillante plumaje que encontramos con frecuencias en nuestros campos.
La ocasión fue oportuna, además, para recordar la presencia de la familia en la zona campesina de “Las Grullas” en la actual demarcación del Consejo Popular de Marroquín, lugar donde al concluir la guerra, el luchador independentista junto a su esposa, Emérita Espinosa Pardo, joven sobreviviente de la inhumana Reconcentración de Valeriano Weyler, se dio a la tarea de hacer producir la tierra.
Allí nació y vivió varias de las etapas de su vida “La Totiza”, uno de los últimos frutos del matrimonio de Matías y Emérita, como fueron: la infancia, la juventud, el matrimonio con Reinando Moreira Espinosa, el nacimiento de sus 4 hijos y el ingreso a la Federación de Mujeres Cubanas.
Fue en la década del 80 en que Juana Pérez de Corcho Espinosa, Edita o La Totiza, decidió mudarse para la comunidad de Campo Hatuey, en el municipio de Majagua, donde ya vivía su hija Edelia y lugar que le dio la posibilidad de rodeada por una buena parte de la familia realizar el emotivo brindis por sus 10 décadas de vida.