La atención a los barrios, las familias y las personas vulnerables es una acción que urge reforzar en Cuba y que es tarea trazada por la Asamblea Nacional del Poder Popular.

El estilo de visitas de los diputados a los municipios que representan y dentro de esas demarcaciones, a los poblados más intricadas, aportará soluciones a las problemáticas de esos lugares desfavorecidos.

La necesidad de los ciudadanos de sentirse atendidos es más sensible en esta época difícil que vive el país, de ahí que urge apreciar las soluciones posibles a los casos más críticos.

Hay comunidades que requieren de mejorar o crear redes hidráulicas y eléctricas, reparar viviendas, disponer de bodegas más cercanas, mejorar las vías de acceso y la atención médica, entre otros muchos problemas.

Hay ejemplos más particulares en esos entornos con casas en peligro de derrumbe, o con la plomería en mal estado, o resultan muy pequeñas para la cantidad de habitantes que albergan.

También se localizan casos personales que necesitan de ayuda porque hay ancianos con ingresos monetarios muy bajos, enfermos, necesitados de sillas de ruedas, camas médicas… un sin fin de problemas que gravitan en el bienestar general de la sociedad.

Los diputados deben accionar en estrecha relación con delegados de las circunscripciones, presidentes de los consejos populares y autoridades de los gobiernos locales; entre todos aparecerán soluciones a muchas dificultades que hoy lastran la vida en las zonas más vulnerables de cada región.

La difícil situación que atraviesa la nación cubana no puede ser impedimento para atender a la población frágil y a las comunidades desfavorecidas, porque en ellas radica el centro de mayor resistencia a los embates de la guerra económica que enfrenta Cuba.