El Centro de Gestión de Conocimientos y Adaptación al Cambio Climático (CGCACC) situado en la comunidad de Punta Alegre, en el noroeste de Ciego de Ávila, fortalece su liderazgo mediante la creación de capacidades para el manejo del litoral y enfrentamiento a condiciones ambientales adversas.
Tania Delgado Pestana, una de las coordinadoras del proyecto internacional Resiliencia Costera en la provincia de Ciego de Ávila, iniciativa global promotora de esa institución, valoró el entrenamiento a directivos, trabajadores de sectores claves, productores agropecuarios, líderes comunitarios y representantes de organizaciones políticas, sociales y de masas.
Subrayó que la transferencia de conocimientos resulta esencial para implementar soluciones de adaptación al cambio climático basadas en ecosistemas y comunidades, además de preparar a los pobladores para reducir riesgos de desastres ante la ocurrencia de eventos hidrometeorológicos extremos y facilitarles la planificación del desarrollo local.
Dainel Escobar López, especialista del CGCACC, confirmó que, desde su creación en el mes de octubre del año 2021 —aunque fue inaugurado de manera oficial en febrero de 2022— ese centro ha contribuido a la capacitación más de 500 personas, incluidos tomadores de decisiones, estudiantes, trabajadores, jubilados y amas de casa.
Han impartido lecciones sobre el manejo de los humedales, la resiliencia ante el cambio climático, reducción de riesgos de desastres y conservación de ecosistemas, además de estimular la participación de los habitantes en labores orientadas a rehabilitar el ecosistema costero.
Mediante reforestaciones en manglares, limpiezas de playa y concursos en diversas manifestaciones del arte, estimulan la vocación por el cuidado y la conservación del medio ambiente en estudiantes de las enseñanzas primaria, secundaria básica y preuniversitaria.
También fomentan la igualdad de género, con acciones que promueven el empoderamiento de las mujeres y las niñas, contribuyen a eliminar las formas de violencia contra el sexo femenino, destacan el valor del trabajo doméstico e incentivan en ellas el interés por vincularse a actividades económico-productivas.
Escobar López explicó que trabajan con el círculo de interés Soy Resiliente, organizado a partir de una sugerencia del proyecto internacional y al cual se integran unos 18 pioneros de la Escuela Secundaria Básica Máximo Gómez Báez, motivados por la protección del entorno.
Imparten las lecciones un equipo de especialistas del Centro de Investigaciones Sitio Arqueológico Los Buchillones, profesores de las instituciones educacionales de la localidad e integrantes de la Unidad de Manejo Provincial de Resiliencia Costera, quienes disponen de un moderno equipamiento para el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Como parte de su intervención, Resiliencia Costera creó instituciones similares en Punta Brava, Playa Vitoria y Santa Rita, localidades de los municipios de Caibarién, Yaguajay y Nuevitas, correspondientes a las provincias de Villa Clara, Sancti Spíritus y Camagüey.
A ello se suma la constitución de un CGCACC con carácter regional en el territorio villaclareño, que unido a los cuatro locales conforman una fortaleza, al dotar a los habitantes de zonas costeras de conocimientos para enfrentar cambio climático y reducir los riesgos ante la ocurrencia de desastres naturales.
Financiado por la Unión Europea con cuatro millones de euros, transferidos a través de la Alianza Global para el Cambio Climático, Resiliencia Costera beneficia a más 600 mil pobladores de la región centro-norte de Cuba, afectada por el huracán Irma en septiembre del año 2017.
En el país, esta iniciativa global es liderada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, a través de la Agencia de Medio Ambiente y su Grupo Nacional para la Evaluación de Riesgos, con el acompañamiento del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Participan entidades del Sistema de Defensa Civil, el Ministerio de la Agricultura, y los institutos nacionales de Recursos Hidráulicos y de Ordenamiento Territorial y Urbanismo.
