No por gusto se habla ahora en todo el país de la Empresa Agropecuaria «La Cuba» ubicada en el municipio Baraguá, en al provincia de Ciego de Ávila. Y es que el renacer ha sido un esfuerzo de todos sus trabajadores comandados por Ariel Nueves Concepción, su director.
Quedó claro en la transmisión de la Mesa Redonda Informativa de la Televisión Cubana: La Cuba está convirtiéndose poco a poco en el referente avileño por su alta producción agropecuaria.
El objetivo se está cumpliendo y es al parecer, en medio de dificultades la meta exacta de cada uno de los que pie en surco cumplen su cometido: llevar la comida a la mesa de los avileños.
Randy Alonso lo dejó claro para todo el pais: «Lo importante son los trabajadores, su empeño, su consagración y voluntad! La Unidad de las diferentes formas productivas que conforman el polo productivo, con la franca recuperación de la empresa estatal socialista, han hecho que La Cuba contribuyó, sin duda, a que Ciego de Avila alcanzara la sede del Acto Central por 26 de julio.
La producción de plátanos constituye el principal objetivo de esta entidad, que dedica a este cultivo alrededor de 2 mil 300 hectáreas. Además se intencionó este año la siembra de frijol con unas 700 hectáreas en la parte estatal y unas mil 200 de forma general en el polo productivo.
Se señaló la diversificación de sus producciones con la siembra de Pepino, Melón, Calabaza, boniato y la soya como parte de una estrategia que permita mantener en crecimiento sus áreas y fundamental la atención al hombre que laboran de sol a sol.
Se dijo y de forma afirmativa: «Una empresa que estaba entre 4 mil y 5 mil pesos de salario, sin embargo ahora los trabajadores directos a la producción están entre 20 mil, 30 mil o 40 mil pesos de salario mensual y cuando cierran los ciclos de los cultivos pueden llegar a alcanzar hasta 50 o 60 mil pesos»
Orgullo avileño La Cuba, toda la isla lo acaba de constatar con la transmisión desde un platanal, en el surco, motivo más que suficiente para celebrar este 26 de Julio Sin Perder Un Día.
Escrito por Reina Torres Pérez y Alfredo Fernández Arcia
