“Algo anda mal”, dijo uno de los visitantes desde la presidencia de la Asamblea provincial de balance, renovación y/o ratificación de mandato de la Anap, encuentro que pasó revista al trabajo desplegado desde 2019 hasta la fecha y constituyó la expresión concreta en Ciego de Ávila del XIII congreso de la organización.
El cuestionamiento ante delegados e invitados tenía que ver con el decrecimiento en las filas anapistas con respecto al citado año: 2820 asociados menos, un mal del que solo escapan 30 de las 142 cooperativas del territorio.
Así se explica que el centro de la reunión que presidió Félix Duarte Ortega, miembro del Comité Central del Partido, del Consejo de Estado y Presidente de la Anap, se concentrara en las causas y consecuencias de esta tendencia negativa.
Porque no se trata de una simple operación matemática, como lo evidenció el plenario; el descenso tiene que ver con el deterioro de los indicadores económicos y productivos, retrocesos en el funcionamiento interno y un menor impacto en las comunidades de una organización que favorece desde 1961 el devenir económico y sociocultural en los escenarios rurales del país.
“Todo no se explica con los fallecidos y la emigración, el principal problema hay que buscarlo en el funcionamiento de la junta directiva”, reconoció, categórico, Fernando Pino, presidente de la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS) José Martí, la que más incidencia tiene en cuanto a esta problemática en el municipio Ciego de Ávila, al punto de que contaba con más de 400 integrantes y hoy no llega a las tres centenas.
En ese sentido, Duarte Ortega llamó la atención acerca de erróneas interpretaciones y el desconocimiento, factores que impiden estar a tono con los exigencias: “¿Ustedes quieren dejar un por ciento de anticipo para que se beneficien los socios vinculados a la gestión de la cooperativa y la junta directiva? Llévenlo a la Asamblea. Tienen que empezar a cambiar los modos de actuación de las juntas directivas, las cuales gozan de autonomía y de respaldo a partir de las leyes que se han aprobado en los últimos años”.
Cuando nuevos actores económicos se insertan en el movimiento cooperativo y campesino, y buenos ejemplos demuestran que un asociado puede ingresar más de 15 000.00 o 20 000.00 pesos al mes (así ocurre en la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Paquito González, Vanguardia Nacional), los insuficientes salarios no solo desestimulan, también explican el éxodo hacia otros sectores económicos más eficientes.
La curva negativa puede explicarse desde la interiorización de los daños causados por flagelos de alto impacto, entre ellos, los impagos y el vandalismo, en aquellos escenarios donde no se actúa con suficiente energía y constancia.
Miguel Valdés, presidente de la CCS Victoria de Girón, en el municipio de Majagua, se dio el gusto de utilizar argumentos que bien pudieran calificarse como eslabones concatenados de una clase magistral, acerca del deficiente manejo ganadero, a su juicio, y ratificado por los visitantes, como la causa principal del deterioro gradual de la masa vacuna en la provincia y el país, si priman la chapucería y al mismo tiempo impactan tanto la falta de recursos como la ausencia de ayuda a cargo de terceros, incluida la debida capacitación a los vaqueros.
“La ganadería necesita buscar la genética, nuevas líneas, y asegurar la alimentación” dijo Valdés, al tiempo que los presentes supieron, porque la presidencia lo interrogó al respecto, que su cooperativa no ha sufrido decrecimiento de la masa vacuna en esta última etapa, muestran un 62 por ciento de natalidad y la seguridad de que van a cumplir el plan anual de entrega de carne y leche.
“Tenemos brigadas de vigilancia campesina, bien confeccionadas. A partir de que le hemos puesto de verdad rigor, este año no hemos sido golpeados por el hurto y sacrificio”, agregó.
Sin embargo, la realidad en otros escenarios de la Anap en el territorio, dista de ser favorable. Según reflejó el informe presentado al cónclave, en el quinquenio se cometieron 677 hechos que causaron una afectación de 1621 cabezas (vacunos y equinos) en 21 CPA y 88 CCS.
Justo el día en que Cuba evocaba una aniversario más de la Protesta de Baraguá, el joven asociado Leonel Duarte Pla, al frente de la mipyme Carnes D’Tres, parafraseó la histórica frase de Antonio Maceo cuando dijo que “no nos entendemos con la chapucería, con la falta de producción, con el robo, con los sinvergüenzas que quieren que nos boicotiemos nosotros mismos y nos rindamos”, en momentos en los cuales se impone “producir más, crear más, y hacer más”.
Aprovechó la ocasión para exponer obstáculos que aún impiden resultados superiores. Dijo que el sistema de la agricultura no considera como partes de su entramado a las mipymes que, por su objeto social, son esencialmente agropecuarias y, además, necesitan de tierras en usufructo y construir instalaciones.
Duarte Pla cuestionó que sea el Ministerio de la Industria Alimentaria el gestor de la entidad. “Pagamos el mismo impuesto de aquellas mipymes que comercializan, compran y revenden”, sin embargo, en Carnes D’Tres no gozan del beneficio fiscal que tienen los reconocidos como productores agrícolas, por tanto, ni pueden ser receptores de inversión extranjera, ni emplear a una mayor cantidad del personal que realmente necesitan para continuar el incremento de valores.
Julio Heriberto Gómez Casanova, primer secretario del Comité Provincial del Partido, sintetizó el encargo de la Anap para la nueva etapa de trabajo en dos vertientes esenciales: en lo ideológico, fortalecer la Revolución; en lo estructural y productivo, multiplicar las entregas de alimentos para el pueblo.
La máxima autoridad política en el territorio resumió las principales tareas que sobre los surcos de la provincia demandará un esfuerzo sostenido, al tiempo que se hizo eco del compromiso de que la Anap en Ciego de Ávila regrese, a base de resultados, el sitial más alto en la emulación fraternal nacional que el 17 de mayo de 2026 marcará el aniversario 65 del nacimiento de la organización campesina.
Tomado de Invasor