En este momento estás viendo ¡Volvió la Bienal Campesina!

¡Volvió la Bienal Campesina!

Con la misma cadencia y fuerza, con el mismo ritmo y compás con que el guateque cubano infunde de alegría la campiña y eleva al cielo azul sus notas de esperanza, Ciego de Ávila logró rescatar, después de más de una década, su emblemática bienal campesina.

La deficiente promoción (por reajustes de última hora y déficit de último minuto) no pudo opacar ni la luz, ni el brillo de una de las expresiones de identidad cultural más auténticas de nuestra nación: su folclor campesino.

“El punto cubano como género, además de ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, incluye al repentismo, a las tonadas, al canto y a las parrandas”.

Así argumenta el director de la Casa de la Décima Raúl Rondón Castillo, Armando López Rondón, quien por casi 25 años de labor ininterrumpida, continúa ejerciendo como profesor de repentismo infantil en Ciego de Ávila.

“El rescate de la bienal campesina salda una deuda con el empeño y el denuedo de la folclorista avileña Ada Mirtha Cepeda, defensora a ultranza de las tradiciones folclóricas, y quien tanto hizo en Ciego de Ávila por la salvaguardia del patrimonio inmaterial de los grupos portadores.

“En la bienal campesina participaron artistas de la élite de la décima improvisada, de la interpretación de tonadas y de números tradicionales campesinos de la talla del Jilguerito, Tony Alberto Iznaga, Ramón Avilés Junior (Hijo del desaparecido Ramón Avilés, Hijo Adoptivo de Majagua por su protagonismo en la fiesta de los bandos), Marisol Guillama y Gina García”.

Sobresalen también el dúo Sol y Trino, compuesto por Arletys Medina y Antonio Lavilla, así como los poetas repentistas Sindy Manuel Torres (cinco veces campeón nacional de los concursos Justo Vega de improvisación en las jornadas cucalambeanas del Cornito en Las Tunas), así como los hermanos Papillos: José Enrique y Luis Paz Esquivel y los agramontinos Héctor Peláez Agüero, el juglar del Llano, y Nelson Lima Chaviano, el príncipe del Parnaso.

Tampoco faltaron del patio las agrupaciones Cuerdas y Voces del Llano, Yo soy el Punto Cubano, Campo Lindo y Raíces Cubanas, así como los poetas Adrián Ávila, Rainer Nodal, Edel Pedroso, Yeinier Delgado, Armando Alfonso Padilla, Gualberto Domínguez, Antonio Ramírez y Juan Manuel López, incluidos los grupos de aficionados como los parranderos de Los Hoyos de Majagua.

El colofón de la bienal campesina fue en el Círculo Social de Lázaro López para concluir, por todo lo alto, con un guateque tradicional en la finca El placer de Mamonal.

Los escenarios de presentación, en apenas tres días (del 22 al 24 de mayo), coincidieron con los espacios habituales para la promoción de la música campesina como la peña de María, la matancera, el Framboyán de Maidique, la Casa de la Décima, la plaza del 12 Plantas (lado oeste del céntrico parque Martí) y el patio de la sede provincial de la Uneac.

El también poeta solista de la Empresa de la Música y los Espectáculos Musicávila, Armando López Rondón, explicó a INVASOR cómo aunando voluntades se pudo rescatar la bienal campesina con el apoyo de las direcciones provinciales de Cultura y del Sistema de Casas de Cultura, así como del Partido Comunista de Cuba y del Gobierno, entre otras instituciones.

“El saldo principal del rescate de la bienal campesina es la certeza de que, dentro de dos años, habrá en Ciego de Ávila otro guateque gigante, durante el cual el punto cubano irradie mucha más alegría con sus tonadas e improvisaciones, con sus décimas y sus parrandas”.

Deja una respuesta