Tras una prolongada espera, iniciaron las acciones constructivas en la Terminal Ferroviaria de Morón, Premio Nacional de Conservación en el año 2010, cuyo financiamiento corre a cargo del Fondo de Desarrollo del Ministerio del Transporte.
Fundada en 1923 por la Empresa de Ferrocarriles Norte de Cuba, la emblemática edificación será restaurada por personal especializado procedente de Camagüey, pues en la provincia no existe mano de obra calificada que pueda acometer la compleja tarea, según explicó Olga Gener Pérez, delegada de Transporte en Ciego de Ávila.
Como parte de las acciones constructivas fueron concluidas las facilidades temporales y laboran reparación de la cubierta, que incluye el desplazamiento del tejado y de las piezas de madera que presentan mayor daño, siendo este el primer objeto de obra incluido en la inversión, por su estado y prioridad, refieren las valoraciones de los especialistas.
Dado el nivel arquitectónico, el valor para el patrimonio nacional y el grado de deterioro de la edificación, las labores a realizar cobran mayor complejidad.
La terminal exhibe el diseño original concebido bajo la influencia de la arquitectura del sur de Estados Unidos, elementos de carpintería francesa, entre otros.
Muestra, en la planta baja, salones de espera y servicios básicos para los viajeros; y en planta alta se ubica el aparato administrativo. Es de mampostería y tiene una cubierta a cuatro aguas de tejas de barro liso. Desarrollado, el inmueble, en dos niveles con vanos enmarcados en arcos de medio punto, en ambos mantiene la estructura original de la época de construcción, lo que incluye la carpintería.
Constituye un exponente del eclecticismo en Morón, un caso atípico dentro de la arquitectura de la ciudad. Fue paradigma del poderío de uno de los grandes monopolios cubano-norteamericanos, el mismo que construyó el sistema Ferroviario del Norte de Cuba. Es, además, la segunda terminal más grande de ferrocarril construida en Cuba en la primera mitad del siglo XX, antecedida solo por la Terminal Central de La Habana.
En el edificio, existe, también, una placa que recuerda el arresto de Enrique Varona y otros compañeros conducidos desde allí a Camagüey en 1925, durante una de las huelgas más importantes ocurridas en nuestro país, dirigida por Varona y la Confederación Nacional de Trabajadores de Cuba. (Autor: Mayra Pérez Morgado)