Sobre ese eje se suscita la reflexión en el 1er. Congreso Mundial de Poetas por la Paz y la Vida en la Tierra –dentro de la vi Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo
Los desafíos de esta época son los de siempre, y no. Si bien la naturaleza humana ha gravitado en toda su historia alrededor de similares conflictos, deseos, preguntas, hay particularidades del hoy que hacen especialmente necesaria la palabra y, en especial, la poesía.
¿Cómo sobrevivir sin esa poderosa herramienta en un mundo en el cual se ha entronizado una especie de desesperanza aprendida y donde el abuso de la comunicación en redes casi se ha institucionalizado en detrimento de los vínculos humanos?
Sobre ese eje se suscita la reflexión en el 1er. Congreso Mundial de Poetas por la Paz y la Vida en la Tierra –dentro de la VI Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo–, que busca articular buenas voluntades y defender la literatura como expresión y acción.
Este es un evento de nuestra ideología, la de Bolívar, de Martí, de Fidel, recordó, en las palabras inaugurales, el poeta Miguel Barnet, premio nacional de Literatura, y afirmó que, si Cuba está preparada para la paz, es «porque llevamos 65 años preparándonos para la guerra».
Al reflexionar sobre el oficio, Barnet afirmó que «el poeta también es un alquimista»; la poesía nos salva o nos restituye, dijo, y añadió que la poesía es siempre un viaje, un vuelco, un ejercicio vital: «Escribir poesía es escribirse». Sin una relación consciente entre la palabra y la idea no habrá poesía, recordó.
En la inauguración del cónclave –al que asistieron, entre otras autoridades y personalidades, los titulares de Cultura de Cuba y de Venezuela, Alpidio Alonso y Ernesto Villegas, respectivamente–, el poeta y editor, director del Centro Cultural CubaPoesía y de Colección Sur, Alex Pausides, insistió en que la palabra es una conquista que difícilmente pueda ser anulada, e instó a los creadores allí reunidos a escribir una línea, una estrofa, en ese gran poema que es la lucha. «Aspiramos a la salvación por la poesía», declaró.
DAR UN ESPACIO DE BELLEZA
Más de 70 artistas e intelectuales, unos 55 de alrededor de 20 países extranjeros, participan en este Congreso, que en su primera jornada se acercó a universos temáticos como Poesía y vocación de servicio, Las milicias de la belleza, Espiritualidad y resistencia, y Cambiar la vida, transformar el mundo.
Entre las ideas defendidas estuvieron la importancia de enseñar y estimular la lectura y escritura de poesía en edades tempranas para desarrollar la creatividad, la comprensión lectora y la expresión oral; y, asimismo, para formar sensibilidad y empatía.
También se habló sobre la urgencia de reconsiderar las prácticas pedagógicas, y lograr que en ellas se posicione el pensamiento estético y se dé espacio a la belleza. En palabras de la chilena Edith María Tapia Espinosa, poeta, docente e investigadora, se trata de buscar ese «hechizo que nos provoque un cortocircuito» y, parafraseando a Violeta Parra, «que los jóvenes sientan que se abren las jaulas para volar como pájaros».
Que el poeta es conciencia crítica de su sociedad y que la poesía, con su verdad y belleza, estigmatiza la violencia, así como derriba fronteras y humaniza, fueron otros mensajes expuestos en la jornada, cuya programación incluyó un momento artístico para ratificar la solidaridad con el pueblo palestino y su causa.
En un mensaje enviado al Congreso, Murad Al Sudani, secretario general de la Unión General de Escritores y Autores Palestinos, aseguró que aprecian y se enorgullecen de las «voces que llegan a los cielos en defensa de la verdad y la bondad. Los escritores palestinos en Gaza siguen escribiendo su creatividad con la henna de su sangre, exponiendo la narrativa de la ocupación sionista y afirmando su capacidad de vivir y afrontar. El que escribe, resiste, y el que resiste, vence».
