Asociaciones de solidaridad con Cuba en Euskadi (País Vasco), en el norte de España, denunciaron hoy acciones provocadoras en su contra.
En un análisis recogido por Cubainformación, que dirige el periodista José Manzaneda, un portavoz de la asociación Euskadi-Cuba, consideró que “quienes amenazan y agreden a la solidaridad son quienes apoyan este bloqueo criminal de Estados Unidos (…)”.
De acuerdo con la fuente, este 31 de agosto la fachada de la sede en Bilbao de la asociación de amistad Euskadi-Cuba apareció pintada con las frases “Abajo el comunismo” y “Patria y Vida”.
Esta es la segunda vez que se producen hechos similares: el 21 de julio de 2021 aparecieron pintadas casi idénticas en el mismo local, según detalló Cubainformación.
“Pretenden amedrentarnos porque plantamos y vamos a seguir plantando cara a sus mentiras en las redes sociales. No pueden decir públicamente que apoyan la asfixia de su propia gente, porque sería impresentable”, analizó el grupo Euskadi-Cuba.
Entonces, tienen que decir que el bloqueo no existe, que no tiene impacto, que es la excusa de La Habana para tapar su ineficiencia. ¿Por qué entonces no piden su eliminación? Porque saben que Cuba, sin bloqueo, aún en las condiciones de un país pobre del Sur, tendría otro desarrollo, sería otro país, sentenció.
Euskadi-Cuba subrayó los “ataques sistemáticos y coordinados en el terreno judicial, económico, político y mediático, que responden a una operación, diseñada fuera de Cuba, desde hace un tiempo, tiene operadores en nuestro país”.
Asimismo, señaló que una política de presión y lobby por parte de asociaciones “anticastristas” y partidos de la derecha española, tiene como fin el veto institucional a las subvenciones de los proyectos de cooperación de Euskadi-Cuba, que hoy ayudan a la producción de alimentos y otros programas sociales en la Isla.
De acuerdo con las fuentes, estas organizaciones tratan también de que las fuerzas políticas vascas se desmarquen del esperanzador Acuerdo de Diálogo y Cooperación Unión Europea-Cuba y, de esta manera, desde Bruselas se regrese a la fracasada política de imposición diplomática.