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Prohibida, pero no para tortugas (+Video)

La etapa reproductiva de las tortugas es un espectáculo de resistencia y precisión natural, marcado por migraciones épicas, rituales nocturnos de anidación y una lucha constante por la supervivencia desde el primer instante de vida.

La contaminación, el cambio climático, la destrucción de sus hábitats y la pesca indiscriminada, convierten su existencia en acto de valentía perpetua. El océano, que debería ser su refugio, es, a menudo, una trampa mortal; las redes, los plásticos y la pérdida de playas de anidación trazan un destino incierto.

Así, cada tortuga que logra arrancar un suspiro de vida al mundo es un milagro contra viento y marea, un testimonio de la fragilidad y la fuerza que habitan en el corazón mismo de la naturaleza.

Sensibilizados con esos reptiles y empeñados en preservarlos, integrantes del Colectivo Laboral Playa Prohibida, perteneciente a la Empresa Provincial de Flora y Fauna, y guardaparques o técnicos de Vigilancia y Protección de la Reserva Ecológica Centro-Oeste de Cayo Coco, en el norte de la provincia de Ciego de Ávila, integrados a efectivos de las Tropas Guardafronteras del Ministerio del Interior, protegen y monitorean seis nidos de tortugas identificados, recientemente, en esa área protegida.

Este representa un suceso, pues la cayería norte avileña se considera de baja frecuencia de anidación por las tortugas.

En recientes declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias, la doctora en Ciencias Julia Azanza Ricardo, directora del Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de La Habana y miembro del Grupo de Especialistas en Tortugas Marinas, perteneciente a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, afirmó que las principales zonas de anidación se encuentran en la zona sur del país; no obstante, estos quelonios están distribuidos por todo el archipiélago cubano, donde existen reportes de cinco especies, de las cuales cuatro desovan en esta área.

A BUEN RESGUARDO

Las características de Playa Prohibida y sus ventajas en relación con otros segmentos costeros del referido islote, se presentan como motivos fundamentales por los cuales se produjeron los desoves en ese lugar.

El biólogo Daylon Fundora Caballero, jefe del Departamento de Recursos Naturales, Ecosistemas Priorizados y Cambio Climático, en la Subdelegación de Medio Ambiente de la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en Ciego de Ávila, reiteró que se trata de un área protegida clasificada como Reserva Ecológica, tercera categoría de manejo en importancia entre las contempladas en la legislación ambiental vigente, por tanto, con estrictas regulaciones.

En referencia al Decreto Ley Número 83 del año 2024 “Del Sistema Nacional de Áreas Protegidas”, argumentó que esa denominación corresponde a “un área terrestre, marina o una combinación de ambas en estado natural o seminatural, que pueden o no contener ecosistemas completos y presentan un grado de naturalidad menor, o son relativamente de inferior tamaño en comparación con los parques nacionales”.

nidosEl objetivo principal es “proteger la integridad ecológica de ecosistemas, o parte de ellos, de importancia nacional”. Cumplen con criterios como poseer ecosistemas completos, o parte de ellos, contenidos en medianas o pequeñas extensiones; incluir muestras representativas de las principales regiones físico-geográficas del país; y contener escenarios naturales o seminaturales, ecosistemas, hábitats, especies y elementos geólogo-geomorfológicos que revistan especial importancia nacional.

El también secretario de la Junta Coordinadora de Áreas Protegidas detalló que la Reserva Ecológica Centro y Oeste de Cayo Coco es la segunda de su tipo con mayor extensión en Cuba, con la peculiaridad de abarcar un área marina, que fue donde se produjo el anidamiento.

En cuanto a Playa Prohibida, la describió como una ensenada en forma de medialuna y posterior a un promontorio rocoso; no se encuentra directamente de cara al mar, por tanto, está menos expuesta a la erosión.

Las Dunas de Lomas del Puerto, uno de los objetos de conservación del área protegida y consideradas las más altas del país, después de las de Playa Pilar, en cayo Guillermo, marcan el final de Playa Prohibida y contribuyen a que la berma de esta sea estable y plana, condiciones que han conllevado al desplazamiento de las tortugas hacia este sitio, con facilidades para ascender hasta el área donde estas conforman sus nidos y depositan los huevos; además de ser un sitio seguro por las restricciones de acceso y la inexistencia de elementos constructivos.

CAYO COCO: ZONA DE NIDIFICACIÓN

Con el reciente reporte de seis nidos de tortugas en Playa Prohibida, suman ocho los registros de desove de ese animal en cayo Coco, durante la actual temporada reproductiva, enmarcada con mayor frecuencia entre los meses de mayo y agosto, de acuerdo con investigaciones realizadas en esta región.

Ha sido una etapa particularmente activa en el referido islote, también con reportes en otras playas como Las Coloradas y Larga, en segmentos próximos a los hoteles Meliá Costa Rey y Mojito, cuyos trabajadores, asesorados por especialistas del sector científico, protegen nidos de tortugas caguama (Carettacaretta).

El 9 de agosto último, Fundora Caballero, también investigador auxiliar del Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad (Ciba) de Ciego de Ávila, notificó, a través de la red social Facebook, el nacimiento de más de un centenar de crías, correspondientes a uno de los depósitos naturales de embriones.

Un día antes, luego de 53 días de protección y monitoreo, se produjo la eclosión del 100 por ciento de los huevos depositados en un primer nido, equivalente al nacimiento de 123 ejemplares de tortuga verde (Cheloniamydas), describió.

Reportan anidamiento de tortugas en área protegida de Cayo Coco

Aunque ni la tortuga ni sus crías fueron vistos, dejan rastros y asumen prácticas habituales que, tras exhaustivos análisis y con la ayuda de la literatura científica y el criterio de expertos, permitieron definir con claridad de qué especie de quelonio se trataba.

En la actualidad permanecen atentos a cuatro nidos correspondientes a ejemplares de la misma variedad y otro que se corresponde con las características de los confeccionados por una carey (Eretmochelysimbricata).

La tortuga verde es uno de los reptiles marinos más emblemáticos y longevos del planeta, reconocida por su imponente tamaño (puede superar el metro y medio de longitud y pesar hasta 200 kilogramos) y por su papel crucial en los ecosistemas costeros. Migran largas distancias, a veces hasta 2600 kilómetros, desde sus áreas de alimentación hasta playas específicas donde nacieron, repitiendo este trayecto cada dos o tres años para reproducirse.

tortugaEl apareamiento ocurre en el agua y, tras la fecundación, la hembra sale a la playa de noche, donde cava un hoyo con las patas traseras y deposita entre 100 y 200 huevos; luego los tapa con la arena, cuya temperatura determina el sexo de las crías: las más cálidas producen hembras, en tanto, de los sedimentos más fríos emergen machos, según describe la literatura científica.

Dicho proceso puede repetirse hasta cinco veces y más en una sola temporada, con intervalos de 15 días entre cada puesta. La incubación dura entre 45 y 70 días, las crías emergen de noche para evitar depredadores y se lanzan al mar, donde pasarán años sin regresar a la costa.

Esta especie, particularmente, se encuentra en peligro de extinción, debido a frecuentes amenazas, como la destrucción de las playas de anidación, la contaminación de los ecosistemas marino-costeros y la pesca incidental. Su ciclo vital, dependiente de playas seguras y mares saludables, la convierten en un indicador sensible de la salud de los océanos.

Su vida es un entramado de lucha y resistencia. Desde el instante en que nacen, estas criaturas ancestrales enfrentan una carrera desesperada hacia el mar, sorteando cuantiosas dificultades en un mundo que parece conspirar contra su existencia.

 

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