En sintonía con las políticas aprobadas en el país para la gestión adecuada de los desechos plásticos, la Mediana Empresa de Restauraciones Riestra, de la provincia Sancti Spíritus, incorpora a la arquitectura de instalaciones hoteleras de Jardines del Rey, elementos conformados a partir de la recuperación de ese material dúctil.

Especializada en la ejecución y el montaje de estructuras de plásticos recuperados (pasarelas de acceso a playas, tabloncillos, pisos, pérgolas, barandas, muelles, sombrillas, palapas tejidas y otras), la referida entidad labora desde finales del pasado año en la sustitución de piezas de madera en mal estado en instalaciones hoteleras de la cayería norte avileña.

Jorge Félix Pérez, arquitecto y a cargo del manejo del presupuesto en Restauraciones Riestra, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que iniciaron sus labores en el Hotel Muthu Colonial, donde cambian componentes de madera conformados al estilo que recrea el emblemático inmueble, fundado por Fidel Castro el 12 de noviembre de 1993 y pionero de las actividades turísticas en el destino avileño de sol y playa.

Esa es una labor con alto grado de complejidad, pues la modernización procura respetar las formas típicas de la arquitectura de la época —en la medida de lo posible y sin pretender el acabado que se logra en la madera—, con el objetivo de mantener la identidad del lugar, explicó.

Han prestado servicios en los hoteles Sol Cayo Coco y Mojito; y en la actualidad una brigada de 13 trabajadores monta las cuatro pasarelas de acceso a la playa en el alojamiento Gran Marena Cayo Coco, establecidas a alturas prudenciales para no afectar la dinámica de las arenas y la vegetación en zonas del litoral, en cumplimiento de las disposiciones del Decreto-Ley 77 “De Costas”.

Con anterioridad han laborado en otros establecimientos hoteleros, extrahoteleros y campismos de todas las regiones del país, debido al reconocimiento que adquieren por la calidad de las obras y las ventajas de las construcciones plásticas, al ser más duraderas por la capacidad de resistencia a condiciones ambientales, además de armonizar con los restantes componentes del entorno.

Elvis Rodríguez Riestra, administrador de la mediana empresa, explicó que se centran en las tareas de diseño y montaje; las estructuras conformadas —de diversas tipologías y en consecuencia empleadas para diferentes trabajos— las obtienen mediante los encadenamientos con otras representaciones del sector no estatal (una cooperativa no agropecuaria y micro, pequeñas y medianas empresas radicadas en las provincias de Sancti Spíritus, Villa Clara y Matanzas).

Esas organizaciones obtienen plásticos reciclados, con buena calidad, a través de empresas de recuperación de materias primas, luego lo procesan para conformar piezas de acuerdo con las solicitudes y las suministran a entidades como Restauraciones Riestra.

Rodríguez precisó que los desechos resultantes del proceso de montaje son reciclados y comercializados con los proveedores, de manera que mantienen su valor de uso y se reinsertan en los procesos económico-productivos.

Especialistas de la Delegación Territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente reconocieron la correspondencia de estas prácticas con la Resolución 96/2023 “Reglamento para el trabajo en consumo y producción sostenible, Economía Circular (EC) y la reducción paulatina de los plásticos desechables o de un solo uso”.

De igual forma, la aplicación de estas iniciativas en el sector turístico se ajusta a la estrategia definida en los dominios avileños para la transición hacia una EC, que concibe a la denominada industria del ocio como una de las prioridades, teniendo en cuenta la importancia que posee esa esfera para el progreso económico nacional.

En un escenario global de sobreexplotación de los recursos naturales que comprometen la disponibilidad para el desarrollo de numerosas actividades y la supervivencia del planeta al exacerbar los problemas ambientales, los modelos de consumo y producción sostenibles, sustentados en los principios básicos de la EC, se plantean como necesidad y antítesis del esquema lineal (producir-consumir y tirar).

Se pretende reducir la presión sobre el medio ambiente y mejorar la calidad del aire, los suelos y el agua.

En el orden económico, se amplían las oportunidades, debido al surgimiento de nuevos modelos de negocio y el desarrollo de otros mercados dentro y fuera del país, además de incrementar las posibilidades para lograr mayor estabilidad en la producción de bienes y servicios, con menos residuos y más autosuficiencia material y energética.

Las empresas circulares logran disminuir los costos de producción y consumo, además de ser más resilientes  por estar menos expuestas a la volatilidad de los precios de las materias primas, reducir el consumo de portadores energéticos y facilitar el acceso a productos innovadores, con valor añadido y precios competitivos.

Al implementar ese modelo las entidades contribuyen a una mejora de la salud y la calidad de vida, gracias a la mitigación de los impactos ambientales y el cambio climático, a la vez que generan ocupación y ahorro económico.