Ganó la división de +100 kg y elevó a Cuba hasta el octavo puesto por países
Andy Granda logró este miércoles una actuación memorable en el Campeonato Mundial de Judo de Tashkent 2022, en Uzbekistán, al ganar la división de +100 kg y devolver a Cuba al top ten de ese deporte en el planeta.
Todas las miradas de nuestros aficionados apuntaban a esta jornada de cierre, pues los pronósticos auguraban los mejores desenlaces. Y así fue…
Resultaba sensato esperar la primera medalla de la delegación mediante la multilaureada Idalys Ortiz, pero Granda «explotó» por fin y devolvió a la Mayor de las Antillas a la élite, su verdadero lugar.
Digamos además que el matancero no es un jovencito impetuoso, pues tiene 30 años de edad y bastante experiencia internacional. Muchos incluso, a estas alturas, esperaban de él un palmarés más robusto.
Hoy salió a su primer combate -frente al húngaro Richard Sipocz- con la única e inalterable meta de ganar. Lo consiguió con un waza-ari en regla de oro.
El próximo rival, luego de deshacerse de los nervios que siempre acompañan un debut, fue el austríaco Daniel Allerstorfer. La tarea acabó siendo más fácil. Un waza-ari en el primer minuto e ippon al 3:18 decretaron la segunda victoria.
El organigrama le reservó en cuartos de final lo que bien pudo ser una final: al segundo clasificado del ranking universal. Era gloria o nada, probablemente. El georgiano Guram Tushishvili, campeón del mundo en Bakú 2018, debió pensar lo mismo.
Ese fue el punto de inflexión para la labor de Granda. A los 45 segundos todavía se estudiaban, temerosos de arriesgar y perder. El juez les alertó con un shido por pasividad a cada uno y el caribeño tomó la iniciativa con una proyección solo 20 segundos después. Ippon y a semifinales…
Allí le esperaba el neerlandés Roy Meyer, otra roca, aunque con menos alcurnia que Guram. Otra vez estudiaba Granda, pero con tanta cautela que quedó al borde del hansoku-make.
Con dos shidos por pasividad estaba obligado a atacar y lo hizo. Un waza-ari al minuto 3:10 no alcanzaba para pensar en «esconderse», pues otra penalización sería nefasta. Por eso continuó adelante y a falta de dos segundos para cumplirse el tiempo le llegó otro waza-ari y la superioridad manifiesta.
La serenidad y el conformismo bien pudieron hacer de Granda un digno subcampeón. Después de todo una medalla de plata mundial es un tesoro que pocos pueden presumir.
Pero llegar con ese conformismo a la final frente al japonés Tatsuro Saito, hijo de la leyenda Hitoshi Saito y con 160 kg de peso, habría sido un «suicidio». La ambición y la garra le hicieron disputar un maratón de 6:24 minutos en que ganaron el físico y la voluntad.
Cada uno arrastró un shido a la regla de oro, pero el asiático se cansó primero y le cayeron la segunda y tercera amonestaciones en los minutos cinco y seis.
El juez levantó la mano derecha hacia el cubano, en señal de victoria, y cayó la corona con la cual cambió el rango de Andy para siempre: ahora es campeón del mundo.
También cambió la suerte de la escuadra cubana, que no solo regresa a la senda de las medallas luego del desierto camino transitado en Budapest 2021, sino que vuelve a la élite mundial con un octavo puesto en la tabla.
Su compañero de división, Omar Cruz, podrá contar que vio de cerca esta hazaña. En su debut a este nivel no pudo pasar del primer combate. Con 18 años de edad estar allí ha sido un lujo.
Entre las damas, Idalys (+78 kg) también se quedó corta esta vez. Dos tropiezos le impidieron subir por novena ocasión al podio de estas lides.
En el camino dejó a la georgiana Sophio Somkhishvili y a la represntante de Mongolia, Adiyasuren Amarsaikhan, pero en cuartos de final fue descalificada por shidos en 2:45 minutos ante la brasileña Beatriz Souza. Lo mismo le sucedió frente a Raz Hershko, de Israel, en el repechaje. Esa division tuvo en la francesa Romane Dicko a una gandora indiscutible, tras imponerse en la final a Souza.
Japón quedó en primer lugar de la cita con terna de 5-4-3, seguido por Brasil (2-1-1) y Uzbekistán (2-0-0) para completar el podio por países. Otras cinco naciones, de las 82 participantes, ganaron al menos una medalla de oro: Mongolia, Croacia, Georgia, Francia y Cuba.