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Fotos: Vasily MP

Orfebre de la belleza

La galería Raúl Martínez de Ciego de Ávila resplandece desde el sábado 19 de abril, cuando se inauguró la exposición Sueño forjado, una muestra de artesanía y fotografía del avileño Raudel Ernesto Ruiz Vázquez, en celebración de sus 15 años de vida artística.

Diecinueve fotografías de tamaño mediano, impresas en lienzo, junto a 26 piezas artesanales elaboradas en metal, madera y otros materiales reutilizados, convierten la orfebrería en un arte que trasciende lo ornamental para alcanzar una conceptualidad y belleza infinitas. Además, las obras reflejan la luz de un modo espectacular y digno de admiración, bañando todo el espacio con su brillo.

Las obras, reunidas como un muestrario de las series Rodando en el tiempo, Rostros, Desafiando el tiempo, tienen ese sabor a hogar, rutina, tiempo de andar por los vericuetos de la casa buscando las cosas vividas y que parecían estar olvidadas. Porque cada objeto es, además, una minúscula máquina del tiempo en la que todos tienen espacio y derecho a disfrutar.

Eso nos parece decir Raudel desde el empleo de tenedores, cucharas, piezas de relojería, relojes y otros objetos ya en desuso, donde no solo hace gala de lo aprendido dentro de la familia de Pauyet, sino, también, la manera casi mágica de devolver a la vida esa parte hogareña que nos recuerda nuestro lugar y lo que somos. Son poderosos símbolos cargados
de futuro y colmados de pasado. Son las manos de la memoria reinterpretando lo vivido y dándole un color a la vida que tanta falta le hace.

Raudel es un orfebre que sabe combinar diferentes materiales, ponerlos a convivir en perfecta armonía y hasta ponerle candidez a los objetos que doblega a su antojo cuál demiurgo verdadero. Así dos balas, en Balas de amor, son la personificación de la pareja más tierna. En ese abrazo han de fundirse todos los amantes y cada ser humano devastado por el belicismo y la corrupción.

Y el Cristo por la paz, hecho con más de 100 casquillos de ametralladora, parece contrastar en su mensaje de mansedumbre con útiles o despojos de la violencia. No hace falta que ese redentor tenga rostro, basta lo que representa, su modelo metálico, crucificado y sin vida para que el destinatario de la obra quede conmovido, asombrado, como excomulgando sus penas.

En una obra como Enciclopedia, casi una lámpara sin bombilla y que también funciona como librero con cúspide de reloj, el elemento ornamental se conecta de tal manera con el espectador, que a uno no le queda más remedio que rendirse a los pies de ese encanto, y hasta permitirse (en caso de que se pudiera permitir) llevarse la pieza para la casa, en donde se continúe el acto de visionarla.

Entonces, como parte del contenido que transmite, que no es solo la pasividad y el ornamento, consigue hablarnos de la familia cubana como buena lectora en el pasado, y de ese Código que la ampara de manera legal y totalitariamente.

Desde las obras bidimensionales, fotografía sobre lienzo, con motivos naturales, Ruíz nos regala este hermoso símil que aúna y trata de conformar la unidad de la materia entre objetos y formas vivientes.

Y en esas fotografías se pone en evidencia un dominio del obturador, precisión en los encuadres, y una feliz manera de atrapar la luz o de colocar los claroscuros una vez que se ha pasado la imagen a formato digital y se ha recompuesto.

¿Domina Raudel la artesanía desde lo bidimensional y lo tridimensional? Es justo decir que sí. Este orfebre de la belleza, que con una expo como Sueño forjado, pareciera que nos dice que sus sueños se hacen a mano y sin permiso, merece cada uno de los lauros que ha recibido en los diferentes salones de Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA), pero también, la admiración y el cariño de todo aquel que busque la belleza como medio de expresión y
sustento de vida. (Autor: Vasily MP)

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