Aunque ya han transcurrido semanas del día que escuché tal dislate, ese casi vicio de comentar de los temas que atiendo por mi profesión, me obliga a volver sobre el asunto.
Y lo hago a propósito del anuncio de la preselección de 44 peloteros que buscarán un puesto en los Tigres de le edición 64 de la Serie Nacional que debe iniciarse en los primeros días de septiembre.
Porque en lo personal no me chocó tanto que algún que otro medio nacional dejaran entrever, cuando la corona de Ciego de Ávila, en la Tercera Liga Élite de Béisbol, se dijera que ese título no debía ir a las vitrinas de la provincia pues estuvo conformado, en su gran mayoría, por peloteros de otros territorios.
Pero bien, esa es una opinión, que aunque no la comparto, por ética periodista debo respetar. No obstante, si tomáramos como cierta tal aseveración, entonces a Los Tigres que lograron de manera increíble incluirse entre los primeros de la 63 Serie, entonces, habrá que construirle un monumento y adornarlos de adjetivos, que por cierto, en aquel momento ni leí ni escuché.
Porque si bien el hecho de tener en el roster regular a seis refuerzos de los nueve regulares, es motivo para la “suspicacia” y de ser abanderados entre comillas de la justicia deportiva, la hazaña que realizó la escuadra de Dany Miranda con su clasificación también merecía una “suspicacia” de justicia.
Cuando se hizo oficial la nómina de ese equipo para la 63 serie, este periodista, tal vez demasiado atrevido —aunque no se arrepiente de la afirmación—, dijo que a su juicio este era el equipo más débil que presentaría la provincia en la historia de la pelota cubana.
Por eso, no porque me equivoqué, sino por que me perdí la oportunidad en aquel inicio de quedarme callado, no me quedó otra expresión, cuando lograron la clasificación, de exclamar a los cuatro vientos que estos Tigres merecían un monumento por la hombrada que acababan de realizar.
Por eso jode, y bien que jode, que ahora se diga que el trono de la Tercera Liga Élite conquistada en buena lid por el equipo, es una mentira que asumirá la historia beisbolera del país en los años por venir… No me queda otra que parodiar al poeta… hay estupideces y barrabasadas en esta vida, tan fuertes, yo no sé”: