Nuevos fiscales en Ciego de Ávila tomaron posesión de sus cargos, comprometidos con el estricto cumplimiento de la Constitución, las leyes y demás disposiciones legales por parte de los órganos del Estado.
Los nuevos profesionales fueron investidos con la toga que simboliza la lealtad a los ideales revolucionarios y firmaron el código de ética que guiará en lo adelante la impartición de justicia, con apego a la ley y bajo los principios de justicia y humanismo.
Los presentes recordaron el alegato de autodefensa del líder de la Revolución Cubana, registrado como la «Historia me Absolverá» hace 72 años, donde se convirtió de acusado en acusador, en un ejercicio magistral que enaltece el derecho en su más justa dimensión.
Junto a familiares y trabajadores, los bisoños integrantes del órgano dieron paso a la siembra del árbol que crecerá al igual que los nuevos juristas.
Ser fiscal no es solo una función jurídica, es una vocación de servicio, una defensa activa de la legalidad y una responsabilidad ética frente a nuestro pueblo y sistema estatal socialista.
