El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dará un discurso hoy en una sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos, mientras en las afueras del Capitolio se anuncian masivas protestas.
Los líderes del legislativo invitaron formalmente a Netanyahu a hablar ni más ni menos de democracia y combate al terrorismo, entre otros temas.
Al grito de ¡Dejen vivir a Gaza!, grupos de activistas realizaron ayer una sentada en oficinas del Congreso en rechazo al discurso de Netanyahu, de visita en Washington desde el lunes.
La Policía del Capitolio ejecutó varios arrestos este martes entre los participantes, quienes portaban camisetas rojas en la que se podía leer: “Not In Our Name” (No en nuestro nombre).
Organizados por Jewish Voice for Peace, decenas de activistas tomaron la rotonda del edificio Cannon, que es la sede de las oficinas de los miembros de la Cámara de Representantes.
El primer ministro de Israel espera reunirse mañana con el presidente Joe Biden y también tendrá un encuentro por separado con la vicepresidenta Kamala Harris, quien no asistirá a su discurso en la sesión conjunta del Congreso por motivos de agenda, según difundieron medios locales.
La conversación bilateral Harris-Netanyahu es seguida de cerca, especialmente porque será su primer cara a cara con un líder mundial tras ocupar la cabeza de la campaña electoral demócrata luego de la renuncia de Biden a continuar en la contienda por la reelección.
Para mostrar su inconformidad con la presencia de Netanyahu, que tiene una orden de arresto por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, decenas de manifestantes también se concentraron frente al conocido hotel Watergate, donde se hospeda.
En las cercanías de la instalación activistas mostraron pancartas con mensajes claros: «Arresten a Netanyahu» y «Un criminal de guerra se queda aquí».
Alrededor del lugar, el Capitolio y otros puntos capitalinos son evidentes el reforzamiento de las medidas de seguridad.
Las protestas propalestinas se han desarrollado a lo lardo y ancho del territorio nacional condenando el genocidio a la población palestina del enclave costero y por el continuo apoyo militar del Gobierno de Biden a Israel.