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Mujeres de agua

Agua que cae del cielo

El sistema de información del agua en Cuba no solo se ha fortalecido con el apoyo del programa Euroclima+ de la Unión Europea y de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), sino también con el eficaz desempeño de las mujeres en la vigilancia hidrometeorológica.

Para Felicia Marlene Madrigal del Sol el agua es literalmente su medio natural, como observadora voluntaria de la Empresa Provincial de Aprovechamiento Hidráulico, tarea vital para la preparación, respuesta, prevención y adaptación al cambio climático ante sequías e inundaciones.

Ella forma parte del voluntariado del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos para la vigilancia en tiempo real de las precipitaciones en uno de los más importantes sectores hidrogeológicos de Ciego de Ávila.

Desde el año 2017 en el municipio de Ciro Redondo, Felicia Marlene Madrigal del Sol reporta diariamente, antes de las ocho de la mañana, el parte de las lluvias que se registran en el pluviómetro 882 del asentamiento rural Juanito, equipamiento antiguamente ubicado en el otrora Aeropuerto Internacional Máximo Gómez Báez.

Su experticia como observadora voluntaria de la lluvia le permite, incluso, orientar a los productores agrícolas de la zona en cuanto a la siembra y el riego de sus cultivos, actividad que alterna como jefa del Departamento de Catastro y Desarrollo de la Dirección Municipal de Ordenamiento Territorial y Urbanístico en Ciro Redondo.

Hasta el año 2030, las mujeres continúan siendo la reserva laboral más importante de Ciego de Ávila, en tanto crece la ocupación de las mismas y más de una cuarta parte (alrededor de un 27 por ciento) reside en zonas rurales, según Reporte de Investigación de los Recursos Laborales del Proyecto Ciego de Ávila CEDEM-UNICA del Dr. Luis Martín Romero y colaboradores.

Fuente de sabiduría

La profesora Diana Rosa Díaz Garriz es Doctora en Ciencias Pedagógicas y Profesora Titular, con 25 años de experiencia, de ellos, 24 en la Educación Superior. Su formación como Licenciada en Educación, Especialidad Español y Literatura del año 2000, selló para siempre su vocación por el magisterio en el entonces Instituto Superior Pedagógico de Ciego de Ávila Manuel Ascunce Domenech.

“Tuve un claustro de excelencia, incluido el privilegio de tener como profesora a mi única tía la MsC Élsida Garriz Rodríguez, mi paradigma profesional.

Sus exigencias, su ejemplo, su forma de enseñar y de educar me enamoraron de la profesión y, unido a eso, la hermosa sensación que se siente cuando estás en un aula llevando luz al intelecto, intercambiando saberes, experiencias, dando y a la vez recibiendo, todo eso marcó mi formación de tal manera que si volviera a nacer elegiría sin titubear esta hermosa profesión”.

La carrera Licenciatura en Educación Pedagogía-Psicología en Ciego de Ávila fue la primera en el país en recibir la categoría de Certificada en el año 2016 por la Junta de Acreditación Nacional, hasta lograr en noviembre de 2023 la categoría de Excelencia. De hecho, por su destacada labor y resultados relevantes en el trabajo educativo, docente y metodológico durante ese período, Diana Rosa Díaz Garriz mereció este año la Distinción Especial del Ministerio de Educación Superior.

“De nuestra universidad fuimos reconocidas cinco mujeres, cada una en diferentes modalidades. Como suelo decir, soy orgullosamente la coordinadora de la carrera Licenciatura en Educación Pedagogía-Psicología, tengo un claustro de excelencia que no es perfecto pero no lo cambio por ninguno porque hay una combinación de juventud y de experiencia, de amor a la profesión, de compromiso, de profesionalidad y de maestría pedagógica”.

Diana Rosa Díaz Garriz alcanza igualmente el Premio del Rector en la Universidad Máximo Gómez Báez de Ciego de Ávila en varios rubros como en la dirección científica estudiantil, en el trabajo docente educativo y en resultados científicos sobre lo cual argumenta con virtuosa humildad.

“Estos reconocimientos no son míos en lo individual, es el resultado de investigación del proyecto al que pertenecemos gran parte de los profesores de nuestra carrera. Y nuestros alumnos son nuestro motor impulsor. Ponemos el corazón a lo que hacemos porque como dice la canción “Solo el amor engendra la maravilla”.

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