Decenas de miles de personas comenzaron a concentarse hoy en el centro de Londres para despedir a la reina Isabel II, quien falleció la semana pasada a los 96 años, tras siete décadas de reinado.
Según la ministra británica de Cultura, Michelle Donelan, muchos de los dolientes tendrán que esperar hasta 30 horas en fila para pasar por delante del féretro de la monarca que permanecerá en capilla ardiente hasta la mañana del lunes en el Palacio de Westminster, sede del Parlamento.
Esperamos colas extremadamente largas, que podrían demorar hasta 30 horas, advirtió la funcionaria, quien pidió al público estar preparado para permanecer de pie y soportar las inclemencias del tiempo.
Para algunos, sin embargo, la espera será aún mayor, pues varios de los más fervientes admiradores de la monarca pernoctan desde el lunes en el lugar donde comenzará el recorrido, que de acuerdo con cálculos conservadores, podría ser de unos seis kilómetros.
El féretro con los restos mortales de Isabel II será trasladado en horas de la tarde de este miércoles al Palacio de Westminster desde el cercano Palacio de Buckingham, adonde llegó anoche procedente de Edimburgo, donde se calcula que unas 33 mil personas le dijeron adiós durante los dos días que permaneció en la capilla de St. Giles.
De acuerdo con lo anunciado por la casa real, el nuevo rey Carlos III y sus hijos, los príncipes William y Harry, escoltarán a pie el armón militar en el que será trasladado el ataúd hasta la capilla ardiente, la cual quedará abierta al público a partir de las 17:00 hora local (16:00 GMT).
Los funerales de Estado se celebrarán el lunes próximo en la Abadía de Westminster, contigua al palacio homónimo, con la presencia de más de mil 500 invitados, entre ellos medio millar de jefes de Estado o Gobierno y dignatarios.
Tras la ceremonia, el ataúd será llevado ese mismo día al Castillo de Windsor, en las afueras de Londres, para ser colocado en la bóveda real existente debajo de la Capilla de San Jorge.