Aunque han pasado más de 40 años, esta mujer de rostro sereno y mirada analítica no olvida su llegada a la Biblioteca Pública Mirta Aguirre, de Majagua, interesada por formar parte del colectivo de la aún reciente apertura de dicha institución cultural.
Aquí Maritza Pérez Fernández encontró compresión y la posibilidad proseguir superándose para el desempeño que dicha labor requiere y no tardó en que el amor por la profesión de contribuir de forma directa con el fortalecimiento de la cultura general e integral de los pobladores cristalizara.
En su función de bibliotecaria siempre tiene la posibilidad de vincularse con los niños y sus padres, con profesionales y con las personas de la tercera edad. Califica de muy positivo el trabajo dirigido a mujeres y hombres con limitaciones físicas, quienes mediante la lectura descubrieron potencialidades desconocidas hasta esos momentos.
Trabajos investigativos realizados por Maritza Pérez Fernández resultaron acreedores de premios en eventos organizados por la Asociación Cubana de Bibliotecas (ASCUBI) y ostenta, entre otras condecoraciones, la medalla Raúl Gómez García y la Antonio Bachiller y Morales.
Ha sentido el dolor de ver afectado parte del fondo bibliográfico de la institución a consecuencia de inundaciones provocadas por intensas lluvias y estuvo presente en las labores rehabilitación del centro.
Aunque su color preferido es el rojo, la hembra la sigue, pero el varón es defensor del bando azul y la hace muy feliz que su pequeña nieta necesite antes de dormir que le lean un libro o le relaten un cuento.
Maritza Pérez Fernández el próximo noviembre cumplirá los 60 años, pero despedirse de la Biblioteca Pública Mirta Aguirre, de Majagua, aún está por ver.