Como cada jueves, a las 15:30, hora local, las mujeres cuyos hijos fueron arrebatados por la última dictadura cívico-militar en este país (1976-1983) exigirán justicia alrededor de la Pirámide de Mayo, en las proximidades de la Casa Rosada.
La semana pasada, las Madres reiteraron su rechazo a un decreto de necesidad y urgencia firmado por el presidente Javier Milei y un paquete de leyes enviado al Congreso, por considerar que atentan contra los derechos de los ciudadanos.
Además, aseveraron que “la patria no se vende” y repudiaron un protocolo antiprotestas implementado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
En un comunicado, la organización aseguró que las medidas contra las movilizaciones populares son violentas e inconstitucionales.
Nos recuerda al comunicado N°1 de la Junta Militar de marzo de 1976. Con la medida, el gobierno asume para sí facultades propias del Poder Judicial, violando las garantías mínimas que distinguen a un sistema democrático de una dictadura, señala el texto.
Además, consagra el espionaje contras las agrupaciones sociales, políticas y sindicales con el pretexto de la seguridad pública, añade.
Asimismo, condena un plan de ajuste implementado por la dirección del país.
La resistencia popular será incontenible y, tarde o temprano, se expresará en las calles. Las Madres llevamos más de dos mil 300 marchas pacíficas, pero profundamente políticas, en la Plaza de Mayo. Seguiremos allí hasta que el pueblo sea feliz como querían nuestros hijos, asegura el documento.