EL NOMBRE de Lázaro Álvarez “suena” con fuerza desde hace más de una década en la élite del boxeo cubano.
Tres bronces olímpicos y otras tantas fajas mundiales son parte de la cosecha que distingue el historial del zurdo pinareño, dotado de exquisita técnica.
Ahora integra el equipo que representa a la Isla en el certamen del orbe asignado a la capital uzbeca, de donde pretende despedirse con el título de los 63,5 kilogramos.
«Hemos cumplido una muy buena preparación, que en mi caso me ha permitido hacer correcciones y readaptarme a este tipo de peleas, después estar más centrado en lo que demandan los circuitos profesionales», afirmó.
Invicto en cinco duelos de ese tipo y dueño de la corona de los pesos ligeros de la Federación Centroamericana y del Caribe de Boxeo (Fecarbox), el antillano debutará este lunes en la justa universal acogida por la hermosa Humo Arena de Taskent.
Y lo hará como favorito, ante el mexicano César Morales, a quien debe convertir en la primera de sus víctimas, con la mira puesta en otro reinado, que tendría el añadido de extender a tres las categorías de peso dominadas por él, titulado una vez en 56 y dos en 60 kilogramos.
«El trabajo fue dirigido a aspectos como la coordinación, la movilidad, los desplazamientos y la reacción, ajustándolos a las características y las exigencias de este evento», sostuvo antes de insistir en su propósito inmediato.
«Todos los esfuerzos han estado centrados en regresar a la patria con mi cuarto título mundial, y le digo a nuestros seguidores que confíen, tanto en mí como en el resto del equipo», sentenció.
La otra presencia de Cuba en la segunda fecha de la lid la aportará el novel camagüeyano Nelson Williams (86 kg), quien cruzará golpes con el dominicano Daniel Guzmán con la motivación adicional tributada por el éxito de su compañero Saidel Horta (57 kg) en la jornada de apertura.