Muy a tono con los tiempos actuales y en correspondencia con las necesidades básicas del pueblo, por estos días doy loas a sustanciales cambios que experimentan determinados servicios gastronómicos en la Ciudad de Ciego de Ávila.
Cito la Capital provincial por ser donde percibo la metamorfosis, pero el hecho puede ocurrir en otros municipios.
¿Cuál es la causa?, ¿mejor planificación del presupuesto?
Un análisis fuera de todo clímax administrativo, sin dudas denota que algo está pasando y que las exigencias ahora van más allá de retoricas proyecciones que… por muy eruditas que logren ser, en no pocos casos terminan en perenne reposo del olvido.
El presidente cubano Miguel Diaz-Canel lo reitera en sus oratorias: “Cada día debemos arrancarles un pedacito a los problemas.”
Claro que no siempre es así y en predios avileños, los acontecimientos se tornan mucho más difíciles debido a causas múltiples. Digamos por incapacidad directiva, el temor a enfrentar acciones diferentes, o porque debemos hacerlo, pero… cuando nos lleguen las orientaciones precisas del organismo central.
En contraposición con lo expuesto, las máximas autoridades políticas y del gobierno en el país convocan a una mayor gestión operativa en la base, lugar donde se originan los hechos y donde con voluntad parlamentaria pueden resolverse.
No es un secreto que en décadas florecientes del proceso en la isla o del tristemente célebre Período Especial, la gastronomía en Ciego de Ávila logro escaños significativos a nivel del país. Parece que ese resorte ahora se reanima con despegue pronunciados justo en el actual mes de junio.
Hace unos días disfrutamos de las reaperturas de los restaurantes La Confronta y del Hotel Sevilla, lugares donde Benny More, el bárbaro del Ritmo dejó su impronta de agradecimiento, y el segundo el privilegio de ser visitado por figuras de la talla de Libertad Lamarque y conservarse hasta nuestros días como joya arquitectónica tras su construcción en 1920, también el boulevard vislumbra higiene y armonía, y el Coppelia otra vez permite degustar la variedad de sabores ante el intenso calor del verano.
¿Qué cuál es la causa?, vuelve la pregunta, pero más allá de la interrogante lo vital es que apreciamos un efecto en beneficio del pueblo como bien lo merece.
Ahora se impone la conservación de lo erigido y crear un nivel de conciencia colectiva en correspondencia con lo establecido.
Los servicios del sector que nos ocupa son amplios y extensos, como también resultan oportunos los nexos que intervienen entre los componentes estatales y privados, familia que, a una sola voz, pueden marchar de forma coherente sin instrucción de arriba, sino, solo con el ingenio de los hombres y mujeres que integran el gremio del maravilloso mundo de la gastronomía.