Miles de hombres y mujeres han sostenido el rol de un organismo formador que defiende su actividad como derecho del pueblo, afianzado en la consagración que caracteriza a los educadores cubanos
Aunque sus saldos dejaron mezcla de alegría e insatisfacción, el 2024 volvió a poner de manifiesto el compromiso que caracteriza a quienes tributan, desde la base hasta el alto rendimiento, a la misión del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), concebida por el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro Ruz.
Dispuestos a no ceder ante las dificultades, miles de hombres y mujeres orgullosos de dar continuidad a su obra han sostenido el rol de un organismo formador que defiende su actividad como derecho del pueblo, afianzado en la consagración que caracteriza a los educadores cubanos.
Ello, pese a ineficiencias ya identificadas, otras propias de las distorsiones a corregir para reimpulsar la economía, y limitaciones resultantes del recrudecido bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos, que solo entre marzo del 2023 y febrero de 2024 originó afectaciones ascendentes a 3 millones 405 110 USD en nuestro sector.
En medio de ese complejo panorama, otra vez se enfrentaron múltiples y exigentes retos, asumidos desde el fortalecimiento de alianzas y la jerarquización de la ciencia y la innovación, pasos que durante este período tuvieron expresiones importantes gestadas y generalizadas desde el Centro de Investigaciones del Deporte Cubano, el Instituto de Medicina del Deporte y la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo.
Tratándose de un año de Juegos Olímpicos y Paralímpicos, se impone recordar que las delegaciones asistentes a esas lides regresaron a casa con la satisfacción de haber derrochado dignidad y apego a los valores de nuestro deporte, inspiradas en Fidel y agradecidas por el permanente aliento del pueblo al que nos debemos.
En la cita olímpica, en que tuvimos presencia en 53 de las 329 pruebas convocadas, la conquista de dos medallas de oro, una de plata y seis de bronce ubicó a Cuba en el lugar 32 por países, lo que significó no satisfacer el propósito de una plaza entre los 20 primeros. Pero no hubo triunfalismo en esa aspiración, que siempre supimos demandaba de la casi perfecta respuesta de nuestros principales candidatos, de los cuales solo uno logró coronarse.
La hazaña convirtió al luchador clásico Mijaín López en el único atleta monarca en cinco ediciones consecutivas de esas citas, ratificándole portador de una grandeza que va mucho más allá de sus méritos deportivos, tal como se reconoció cuando el General de Ejército Raúl Castro Ruz le condecoró con el título honorífico de Héroe de la República de Cuba.
Nuestro otro campeón bajo los cinco aros, el púgil Erislandy Álvarez, destrozó vaticinios para tributar desde el lado de los jóvenes en pleno ascenso, una cantera a la que no pocas veces resulta necesario asignar responsabilidades “aceleradas” ante el éxodo alimentado desde una batalla subversiva desleal que da la espalda a los preceptos del olimpismo.
Liderada por la inmensa corredora Omara Durand, dueña de tres cetros que fijaron en 11 su total histórico en esos escenarios, la delegación asistente al certamen paralímpico estuvo conformada por 22 competidores, incluido un guía, cifra que además de superar la conseguida en la edición anterior estuvo realzada por el doble de féminas de entonces.
Seis preseas de oro, tres de plata y un de bronce le colocaron en el escaño 24 por naciones, inferior al 33 de Tokio 2020, pese a solo intervenir en 28 de los 577 eventos disputados. Los estrenos en parataekwondo y paratiro con arco, y la celebración de lauros nunca antes alcanzadas en paratenis de mesa y parapowerlifting, fueron páginas de alto vuelo.
Omara, distinguidas como Heroína del Trabajo en la ceremonia encabezada por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, inspiró a un Robiel Yankiel Sol que reeditó su dominio en el salto de longitud y a los debutantes como campeones a esa instancia Yunier Fernández (paratenis de mesa) y Guillermo Varona (paratletismo-jabalina), que completaron la cosecha dorada.
Más allá de los análisis ya realizados, en ambas justas resaltó la consagración con que atletas y entrenadores se sobrepusieron a las dificultades para explotar al máximo la preparación, respaldada por la voluntad política asociada al papel asignado al deporte en nuestro país, como fruto de la cual no se cerró puerta alguna al proceso de clasificación.
Se trabajó de manera diferenciada a nivel de deportes y figuras estratégicas, en correspondencia con los recursos disponibles, se consolidó la atención médico-sicológica, el control antidopaje y el estudio de contrarios, y se compitió con hidalguía, con delegaciones íntegramente conformada por exponentes del sistema deportivo cubano, que fueron ejemplos de ética y juego limpio.
Fuera de los contextos olímpico y paralímpico, las palmas para los equipos de baseball5 y beisbol para ciegos, que alzaron cetros mundiales, y para la pesista Marifélix Sarría y el raquetbolista Cristian Menéndez, que doraron sus nombres en las citas juveniles del orbe, como poseedores de premios sin precedentes en sus disciplinas, y para los lanzadores Raidel Martínez y Liván Moinelo, de brillantes actuaciones en el beisbol profesional de Japón.
En casa, se impone resaltar la celebración de los Juegos Escolares Nacionales, dado el movimiento de recuperación de instalaciones y mejoramiento general de las condiciones creadas para atletas y participantes en general, a tono con el simbolismo de la edición 60 de un evento imprescindible, nacido del pensamiento de Fidel.
El 2024 también termina signado por desempeños alejados de lo previsto, sobre todo en deportes de especial peso llamados a retomar protagonismo, tema al que se ha prestado especial atención como parte de la estrategia aprobada para el actual ciclo olímpico, distinguida por su carácter integrador.
Aunque igualmente subsistieron insatisfacciones en torno el alcance de algunos indicadores del deporte para todos, nos motivan la estabilidad y los avances reconocidos en relación con el proyecto de Recreación y uso del tiempo libre, que el Inder dirige a nivel nacional, y los pasos concretados en la revitalización de los combinados deportivos como centro del trabajo comunitario integrado.
Pese al déficit de recursos y fuerza técnica, la articulación de esfuerzos, sumados activistas, miembros de las peñas deportivas y otros actores de la comunidad junto a organismos e instituciones como Educación, Cultura, Salud, y las organizaciones de masas, por solo citar algunos, tributaron a más ofertas recreativas en barrios y comunidades, con destaque para lo conseguido en la etapa veraniega.
Ya se somete a consulta especializada la Ley del Sistema Deportivo Cubano, primera de su tipo en el país, resultante de meses de intensa actividad a la que se sumaron organismos de la administración central del estado y organizaciones de masas y sociales. Se trata de un ejercicio devenido muestra del carácter democrático y participativo que asigna el Estado revolucionario a la elaboración de las normas jurídicas, que además de actores del deporte, implicará a públicos seleccionados de esos ámbitos.
Como continuidad de la labor desplegada desde 2023, se mantuvo atención diferenciada sobre el sistema empresarial, con énfasis en la generación de ingresos y el papel que desempeña la Sociedad Mercantil Cubadeportes S. A, y el régimen especial de seguridad social para atletas activos categorizados y a las glorias del deporte.
También merecen mención la contratación de atletas y especialistas, el llamado a quienes se desempeñan en el exterior sin el amparo de nuestras federaciones nacionales y desean representar a Cuba, y el quehacer en el campo de las relaciones internacionales, a partir de lo que significa el deporte como conquista de la Revolución.
Súmense el control y mejor uso de los recursos, la prevención y el control interno, la política de cuadros, la planificación y recuperación de instalaciones, el vínculo permanente con nuestras estructuras, y las tareas inherentes a los programas de gobierno, incluidas las relacionadas con lucha contra la colonización cultural, la violencia de género, y la discriminación de la mujer y manifestaciones de racismo.
Creció la atención a nuestras glorias, con presencia en numerosos escenarios, incluidos los dedicados a la superación y otras acciones relacionadas con el trabajo político ideológico, se organizaron varios eventos que merecieron elogios de sus organizadores y las áreas jurídica, de informatización y comunicación social continuaron atemperándose a las demandas actuales.
El 2025, además de los pasos diseñados a propósito de la que será la Ley del Sistema Deportivo Cubano, nos dará la posibilidad de celebrar los aniversarios 63 del Inder y 25 de la Comisión Nacional de Atención de Atletas, rendir cuenta ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, y acoger la II Feria Internacional del Deporte y la XI Convención Internacional de Actividad Física y Deportes, entre otros eventos de primer nivel.
Será también un año marcado por la organización de tomas deportivas semanales, que llegarán a todos los municipios bajo el nombre de “Siempre Joven”, como muestra de la voluntad de multiplicar acciones coordinadas con otros organismos e instituciones, y en el plano internacional asumiremos con una mirada estratégica las ediciones segunda de los Juegos Panamericanos Júnior, en Asunción, y sexta de los Juegos Parapanamericanos Júnior, asignados a Santiago de Chile.
Ambas devendrán exámenes de altísimo significado para comprobar el estado de parte de una reserva deportiva llamada a dejar su impronta en el actual ciclo, en el que Cuba buscará confirmarse potencia olímpica y paralímpica, elevando los resultados en los diferentes juegos multidisciplinarios.