Las fuerzas de izquierda de España dieron hoy un golpe de autoridad al imponerse su candidata, Francina Armengol, para ocupar la presidencia del Congreso de Diputados.
Armengol, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) obtuvo 178 votos, en tanto la aspirante del conservador Partido Popular (PP), Cuca Gamarra, alcanzó 139.
Mientras, el también socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que ya ocupaba este puesto con Meritxell Batet, fue ratificado como vicepresidente primero con 113 votos.
Un duro revés para el PP que preside Alberto Núñez Feijóo, quien se desmarcó de la ultraderecha de Vox y esta escisión más el apoyo de los independentistas catalanes (Esquerra Republica y Junts por Cataluña), facilitaron el triunfo de Armengol.
Las Cortes Generales (Parlamento) comenzaron su XV Legislatura y la elección en la Cámara Baja, cuyo titular ostentará el tercer cargo político en importancia del país, después de Su Majestad el rey en calidad de jefe de Estado, y del presidente del Gobierno, tenía un papel crucial.
Francina Armengol fue diputada en el Parlament de Illes Baleares, Consellera del Consell Insular de Mallorca, legisladora en el Congreso de los Diputados, y primera mujer presidenta de la Comunidad Autónoma de Baleares en 2015, cargo que revalidó en 2019.
Para muchos analistas, aunque la investidura para retener el Palacio de la Moncloa de Pedro Sánchez no está ni mucho menos asegurada, conquistar el máximo cargo del Congreso de Diputados acentúa los tropiezos del PP.
De acuerdo con la Constitución española, las fuerzas que gobiernan en el país desde niveles municipales y regionales, hasta la jefatura del Gobierno, son las que puedan presentar acuerdos de investidura.
El PP reclama que fue el ganador de las elecciones generales del 23 de julio, con 137 escaños, por 121 el PSOE, pero hasta ahora el que más muestra pulso para armar una administración es el grupo progresista que lidera Sánchez.
En días y semanas sucesivas, comenzarán las entrevistas del rey Felipe VI con los distintos grupos parlamentarios, empezando por la propia Armengol. Luego, tras analizar las propuestas de investidura, decidirá cuál es el más capacitado para lograrlo.
Se sometería a votaciones y si ganar por mayoría absoluta alcanzará el Palacio de la Moncloa, o, en segunda ronda, por mayoría simple.
De no conseguirlo, Su Majestad puede proponer una segunda terna de investidura, o disolver las Cortes Generales y convocar a la repetición de elecciones en un plazo de 47 días.
El PP, en todo caso, si obtuvo este jueves la presidencia del Senado, a cargo de Pedro Rollá.