Los aires de la temporada invernal no refrescan a plenitud. Tampoco logra acalorarse con los rigores del trabajo, como se necesita, la siembra de frío de los diversos cultivos en Ciego de Ávila, donde las adversidades climáticas y logísticas enfrían los empeños del sistema de la agricultura.
Atrasan la preparación de las tierras las lluvias y la insuficiente disponibilidad de combustibles, aceites y grasas. Así y todo, logran colocarse las semillas en el 90 % de la superficie planificada para el último cuatrimestre de 2023. No es lo óptimo, pero vale el sacrificio.
Perseverante está, por las mejoras en el presente mes con la distribución de indispensables recursos, el ingeniero Pedro Díaz González, jefe del departamento agrícola de la Delegación Provincial de la Agricultura, expresa que hoy el clima es bondadoso. “Si no llueve y nos favorece el aseguramiento material, podremos recuperar las mil 872 hectáreas dejadas de plantar hasta diciembre pasado, materializar las previstas para enero y avanzar hasta el fin de la campaña en febrero. El plan total del territorio es de 25 mil 682.6 hectáreas”.
En frío y en caliente
Mientras los sembradores superan al Sol los obstáculos para incrementar el ritmo diario, el agradable clima laboral beneficia el proceso en el laboratorio de propagación in vitro, perteneciente a la mediana empresa de semillas biotecnológicas SEBIOCA S.U.R.L., primera MIPYME estatal creada en Ciego de Ávila, en homenaje al 15 de enero, Día de la Ciencia Cubana.
La Máster en Ciencias Agrobiotecnológicas, Alina Martínez Rivero, supervisa allí la calidad. “Tenemos en la fase de multiplicación clones de plátano vianda de las variedades Fhia-01 y 04; fruta Gran Enano, burro PB 2012, y un poco de malanga en la que estamos incursionando. Su compañera de labor, Yanaris González Rodríguez, especialista de la brigada de producción, reconoce que “iniciamos una etapa superior porque, lo que era aquí la biofábrica, paralizada un tiempo por reparaciones, rebrota como una forma de gestión con mayores perspectivas para la agricultura, la economía y nuestro colectivo”.
Tal opinión concuerda con los frutos en canteros y casas de cultivo del área de adaptación de las vitroplantas para su posterior comercialización y siembra en unidades de producción de alimentos. “Contamos hoy con posturas de frutabomba, plátano y malanga”, destacan las obreras Beatriz Bordeloy Dunán y Yudith Machado Leiva.
“Muy amplio es nuestro objeto social, el objetivo esencial es contribuir a la recuperación de la agricultura y aportar al programa de soberanía alimentaria, mediante el vínculo permanente con clientes potenciales como las empresas agropecuarias y las bases productivas del sector cooperativo y campesino, entre otras entidades”, explica el ingeniero agrónomo Ariel González Moleiro, administrador de SEBIOCA, quien argumenta que tienen como socio a la Empresa Comercializadora de Semillas en La Habana.
“De manera oficial comenzamos como mediana empresa estatal este mes de enero con 61 trabajadores, el compromiso para el presente año es producir más de 600 mil vitroplantas de diversas variedades de plátano, hortalizas, frutales y plantas ornamentales. Además, para la diversificación realizamos en la actualidad un proceso inversionista con vistas a crecer en casas de cultivos protegidos y potenciar técnicas eficaces como las de la agroecología que aplicamos en la actualidad en los canteros de reproducción de semillas”.
Del laboratorio al surco
“Las posturas de frutabomba que producimos son sembradas ya en la Paquito González, una de las más eficientes Cooperativas de Producción Agropecuaria del territorio avileño, y en áreas de la Empresa Arnaldo Ramírez, del municipio de Primero de Enero”, destaca González Moleiro.
Enfatiza que es primordial el vínculo con la agropecuaria La Cuba. El director de producción de esta empresa bananera, Arturo Figueredo Crespo, afirma que utilizarán vitroplantas de Fhia-01 y 04, provenientes de Ciego de Ávila y Villa Clara, y una nueva variedad de banano fruta PL, con vistas a cumplir este año el programa de siembra de 300 hectáreas de plátano extra denso para buscar uniformidad en las plantas y mayores volúmenes de producción en menos tiempo.
Al platanal fue también Trabajadores a conocer la experiencia del más cercano cliente de la mediana empresa. El campesino René Quinteiro Castillo detiene un instante el riego en su finca y opina: “Mis relaciones, antes con la biofábrica y hoy con la MIPYME, son excelentes porque el pie de siembra siempre lo adquiero ahí, la semilla viene desinfectada y los rendimientos son superiores en el plátano que es mi principal cultivo, porque cuento también con el asesoramiento de los especialistas”.
Al decir de la Doctora en Ciencias Maita Ávila Espinosa, jefa del departamento comercial, y Rolando Viera Velazco, responsable de logística, SEBIOCA es el como el otro ente renovador que le faltaba a la comunidad científica en el lugar conocido por Modesto Reyes, donde radican también el Centro de Bioplantas y la Universidad Máximo Gómez, de la provincia de Ciego de Ávila.